La salud de Chávez sume a Venezuela en la incertidumbre
El vicepresidente pide calma a los chavistas, mientras la oposición exige conocer «la verdad»
Actualizado:Desde que en junio de 2011 Hugo Chávez anunció que tenía cáncer las informaciones contradictorias sobre su salud han sido una constante. 21 días después de su última cirugía, el oficialismo admite que la situación es crítica pero confía en su fortaleza, mientras que la oposición ya lo da por muerto, un escenario similar al que se produjo cuando Fidel Castro enfermó en 2006. Las versiones son opuestas. El vicepresidente Nicolás Maduro dice que el líder bolivariano lo saludó con «la mano izquierda y lo apretó con una fuerza gigantesca». Nada que ver con las declaraciones de la oposición, que exigen conocer «la verdad» al considerar que el Gobierno no está siendo transparente. «Es irresponsable hacer creer al país que Chávez sigue gobernando», lamentaron.
En una entrevista concedida a Telesur desde La Habana, Maduro salió al paso de las informaciones que sitúan al mandatario en un estado de coma inducido. El ministro de Exteriores, que restó credibilidad a los rumores sobre la salud del presidente, quiso mandar un mensaje de tranquilidad a los venezolanos, especialmente a los chavistas. «Pude verlo en dos oportunidades, conversar con él, está consciente absolutamente del complejo proceso postoperatorio y nos pidió, expresamente, que mantuviéramos al pueblo informado siempre con la verdad, por dura que fuera en determinadas circunstancias».
El conductor de transporte público que ha hecho carrera política a la sombra de Chávez y ha sido nombrado su sucesor explicó que mantiene «la confianza y la fe en Dios y en los médicos», y confía en que «nuestro comandante Hugo Chávez siga evolucionando» para que «más temprano que tarde salga de esta situación compleja y delicada en que está».
La incógnita ahora es si saldrá a tiempo para jurar su cuarto mandato. El Gobierno se enfrenta a una situación nueva desde que Chávez ganó sus primeras elecciones en 1998. Catorce años después, la posibilidad de que no pueda jurar es cada vez más próxima.
El oficialismo intenta transmitir que la fecha de la toma de posesión es una «mera formalidad». Sin embargo, la Constitución -la 'roja, rojita' promovida por Chávez- es muy clara al respecto. En este sentido, Maduro no quiso tocar el tema sucesorio y prefirió atacar a la derecha de «alma miserable», que circula mensajes sobre la salud del presidente. «A esa derecha que reflexione, si todavía le queda algo en el cerebro, de masa gris para reflexionar, o en su corazón le queda algún sentimiento humano, que respeten al pueblo, que respeten a la familia del comandante Chávez», espetó el vicepresidente tras pedir al chavismo que se mantenga «con las mismas fuerzas que Chávez», para vacunarse de «rumores y mentiras».
Respeto a la familia
El mensaje no caló en el secretario Ejecutivo de la Mesa de la Unidad (MUD), Ramón Guillermo Aveledo. El dirigente opositor aseguró que su formación había sido respetuosa, pero exigió al Gobierno saber la verdad. «Entendemos humanamente la situación de sus familiares y amigos y partidarios en todo el país y a ellos reiteramos la palabra de consideración», dijo. A su juicio, «el secretismo es la fuente de los rumores que incrementa la incertidumbre y causa angustia. Es obvio el contraste entre el interés de mantener el tema en la opinión pública en los días previos a las elecciones de gobernadores con el silencio de este momento». Igualmente recordó a los portavoces del Ejecutivo que recuerden que «deben ser el Gobierno de todos los venezolanos».