Venezuela reza por Chávez
Los ministros celebran una misa en la sede del Gobierno, mientras el pueblo comienza a resignarse a un futuro sin el presidente
Actualizado:La «delicada» salud del presidente Hugo Chávez condicionó el inicio del 2013 en Venezuela. El jolgorio de otros años, adobado de hallacas, el plato típico de estas fechas, música, bailes y cohetes se redujo considerablemente, pero no tanto como para no dejar las calles llenas de basuras. Las autoridades suspendieron dos grandes conciertos en Caracas y las iglesias se llenaron de fieles, empezando por varios ministros chavistas, que rogaron por la curación de su líder. Las especulaciones sobre su empeoramiento se dispararon la noche del 31, poco después de que el vicepresidente Nicolás Maduro -que se encuentra en La Habana desde el pasado domingo- informara de nuevas complicaciones respiratorias. El Gobierno, sin embargo, salió al paso de las informaciones y el líder opositor Henrique Capriles realizó un llamamiento a sus seguidores para no caer en «rumores ni odios».
La incertidumbre sobre si el presidente electo podrá asumir el próximo día 10 planea con fuerza en la opinión pública. Pero lo cierto es que desde que Chávez anunció su regreso urgente a Cuba para una nueva operación, realizada el pasado 11 de diciembre, no ha vuelto a ser visto en público, ni siquiera se le ha escuchado por teléfono.
El viaje de Maduro a Cuba junto a su esposa y procuradora general de la República, Cilia Flores, para pasar el fin de año junto al mandatario y sus hijas, no ha logrado calmar los ánimos. Ha resultado especialmente impactante la cara de circunstancias cuando el también ministro de Exteriores se dirigió a la nación.
Uno de los portavoces en esta nueva fase del tratamiento de Chávez -la cuarta desde que en junio del 2011 le diagnosticaron un cáncer en la zona pélvica- es su yerno y ministro de Ciencia y Tecnología, Jorge Arreaza, quien ayer intentaba insuflar esperanza al pueblo venezolano. «Compatriotas, no crean en rumores mal intencionados. El presidente Chávez ha pasado el día tranquilo y estable, acompañado por sus hijas», escribió en su cuenta en Twitter. Sin embargo, a juzgar por los comentarios recogidos por la prensa local, los venezolanos ya van asumiendo un futuro sin Chávez. «Espero que en 2013 tengamos un año mejor. Nada será igual si Chávez no está, sea quien sea el próximo presidente», reconocía Adrián, portero de un edificio del barrio de Chacao a la agencia AFP. Entretanto, todos los ministros acudieron ayer a una misa en el Palacio de Miraflores, sede del Gobierno. «Dios, escucha el clamor de nuestro corazón. Pongamos nuestras inquietudes y necesidades para que el señor escuche nuestro clamor y dé fortaleza a nuestro comandante en jefe, Hugo Chávez», dijo el sacerdote en una de sus plegarias.
Mensaje de Evo Morales
Otros líderes regionales han expresado también sus votos de recuperación hacia el presidente venezolano. Entre ellos, el mandatario de Bolivia, Evo Morales, que lamentó en su mensaje a la nación que «nuestro hermano latinoamericano Hugo Chávez, nuestro compañero de lucha, compañero antimperialista, un revolucionario, enfrente una situación tan difícil en tema de salud». Del mismo modo, trasladó palabras de cariño al círculo más próximo del líder venezolano: «A su familia también desear mucha suerte, mucha fuerza, estamos convencidos que el gabinete médico les acompañará siempre para ayudar en su pronta recuperación».
Capriles, por su parte, envió un mensaje a sus seguidores en calidad de líder de la oposición. «Si trabajamos juntos es más fácil lograrlo, no caigamos en rumores ni odios, amemos a nuetro prójimo. Gastemos la energía en construir no destruir», señaló. A la par, el chavismo va moviendo ficha de cara a la transición. En ese sentido, los analistas coinciden en que las autoridades intentarán aprovechar el tirón de las últimas elecciones.
Pese al secretismo en torno a la enfermedad de Chávez, algunas fuentes apuntan a que padecería un sarcoma de partes blandas en la zona pélvica con un pronóstico de vida limitado a seis meses. Un plazo que sus seguidores aprovecharían para acudir a las urnas y ganar un nuevo periodo de seis años. Sin duda, una nueva etapa en la que el chavismo debería afianzarse o redefinirse como agrupación política sin la presencia física de su líder y fundador.