El PSOE esquiva un nuevo ERE
La caída de escaños y el 'tijeretazo' del Gobierno a las subvenciones públicas fuerzan una reducción del gasto del 53% respecto a 2011 El Comité Federal aprobará el día 12 un nuevo ajuste de 6 millones de euros
Actualizado: GuardarLas arcas del PSOE no están para alegrías. En 2013 tendrá que volver a apretarse el cinturón y acometer un recorte de más del 21% del gasto. Pero al menos no todo son malas noticias en el partido que, desde el 38º Congreso, celebrado en febrero del pasado año, dirige Alfredo Pérez Rubalcaba. Tras mucho escudriñar las cuentas la secretaría de Organización ha logrado evitar lo más dramático, un nuevo Expediente de Regulación de Empleo. El próximo día 12, el Comité Federal de los socialistas aprobará los presupuestos diseñados para este año con 22,6 millones, un 53% menos que en 2011.
Los socialistas fueron, con mucho, el partido que más sufrió económicamente a lo largo de 2012. Los calamitosos resultados electorales de las últimas generales, en las que bajó de 169 a 110 escaños y perdió más de cuatro millones de votos, mermaron de manera sustanciosa sus recursos porque las ayudas públicas, de donde provienen el 90% de sus ingresos, se distribuyen conforme al apoyo logrado en los comicios.
El PSOE se dejó así de una tacada cerca el 35% del presupuesto con el que había contado en el último año de sus dos legislaturas en el Gobierno. Si había estado funcionando con 48 millones anuales, ahora iba a disponer de poco más de 31 millones. Pero ahí no acabó la cosa. Nada más llegar al poder el PP anunció una reducción del 20% en las partidas destinadas a formaciones políticas y sindicatos. Y, como luego se vio, esa decisión no era más que el principio de un ajuste que ha tenido varias vueltas de tuerca.
En apenas año y medio los recursos destinados a los partidos se han reducido en un 60%. En 2011 alcanzaron los 131,07 millones (incluidos 44,49 millones para los gastos electorales de las municipales y autonómicas); en 2012 descendieron a 113,72 millones (también incluidos los gastos, esta vez, de las generales que se adelantaron y no se habían contabilizado el año anterior), y, según los Presupuestos Generales del Estado para 2013, año sin elecciones, habrá solo 54,4 millones de euros a repartir.
Según las cuentas que someterá a aprobación de su máximo órgano entre congresos, y cuyas líneas maestras ha podido conocer este diario, el PSOE ya ha asumido que tendrá que aplicar medidas de reducción de jornada y reducción salarial; medidas recogidas en el ERE aprobado este año pero que aún estaban sin desarrollar. Lo que, en todo caso, descarta ya es la eliminación de más puestos de trabajo, algo que hasta hace unos días estaba en el aire.
Austeridad
El secretario de Organización del partido, Óscar López, entiende que con el ERTE y el mantenimiento de las medidas de austeridad ya aplicadas (menos coches, menos asistentes, menos dietas...), será suficiente para capear la situación. En julio, un acuerdo con los trabajadores permitió reducir en un 40% la masa salarial del partido. Hubo siete despidos con indemnizaciones de 35 días, es decir, no se aplicó la reforma laboral aprobada por el Gobierno, pero el grueso del ajuste se debió a 16 bajas voluntarias, la recolocación de 21 trabajadores y la prejubilación de otros 100, a partir de los 58 años, con un programa de garantía de rentas.
Partidas de gasto corriente como el teléfono, el mantenimiento, los suministros se redujeron el 50%. Los grandes actos, han dado paso a formatos reducidos, más a la antigua usanza, en locales de las agrupaciones o recintos públicos. Y el partido trata de exprimir las posibilidades de la informática y las redes sociales. En ello insistirá este año, a pesar de que está prevista una gran Conferencia Política en otoño y alrededor de cinco miniconvenciones.
Arranca un periodo clave para Rubalcaba y su equipo. En 2013 deben poner en pie una alternativa de Gobierno con pocos medios y en medio de un ambiente de descontento generalizado. En Ferraz remarcan que más que nunca es fundamental el papel de los militantes. El problema es que en los últimos años ha habido muchas bajas. Ahora hay cuotas reducidas y superreducidas para incentivar la afiliación y frenar la sangría.