Rouco apela a las familias para acabar con «la tragedia del aborto»
Actualizado:Miles de católicos volvieron a celebrar ayer una misa multitudinaria -aunque menos nutrida que en años precedentes- para reivindicar su modelo de familia: defensa del matrimonio tradicional entre un hombre y una mujer y rechazo total del aborto. «Las familias cristianas serán y son la esperanza para hoy», afirmó el presidente de la Conferencia Episcopal Española y cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, quien criticó duramente durante su homilía la «estremecedora tragedia del aborto». La Eucaristía celebrada en conmemoración de la Fiesta de la Sagrada Familia, sirvió para que la comunidad católica insistiese una vez más en sus reivindicaciones históricas.
«Solo la familia concebida y vivida en la plenitud de su verdad, como la enseña el lenguaje inequívoco e indestructible de la naturaleza humana, despeja el horizonte de la esperanza para el hombre y la sociedad», aseguró el prelado encargado de oficiar la misa en la madrileña plaza de Colón. Rouco hizo una encendida defensa del modelo de familia católica semanas después de que el Tribunal Constitucional avalase la ley que permite el matrimonio homosexual.
Al acto religioso, el primero de gran importancia organizado por la Iglesia desde la llegada al Gobierno del Partido Popular, acudieron los cardenales de Barcelona, Luis María Sistach, el arzobispo emérito de Sevilla, Carlos Amigo, y el prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, Antonio Cañizares.
«Sin la verdad del matrimonio, el organismo vivo que es la sociedad, se desintegraría», insistió el presidente de la Conferencia Episcopal. El cardenal Rouco afirmó que «ignorar» y «despreciar» la verdad del matrimonio como «fundamento de toda sociedad que quiere y trata de edificarse de modo justo, solidario, profundamente humano y fecundo» supone «poner en juego su misma viabilidad histórica».
Sin embargo, una de las críticas más duras de Rouco se produjo al referirse al aborto. El arzobispo de Madrid apeló a la fuerza de la fe cristiana para terminar «con la estremecedora tragedia del aborto». En opinión del máximo representante de la Iglesia en España los abortos practicados «masivamente» desde los años 70 en todos los países europeos, incluido España, se han producido «al amparo de una legislación primero despenalizadora y luego legitimadora». Aunque no hubo referencias al Gobierno, es evidente que la reforma que planea el Ejecutivo del Partido Popular de sustituir la ley de plazos vigente y aprobada en la legislatura socialista por una ley de supuestos, no agrada a una jerarquía católica que la considera insuficiente. Y es que, a pesar de que las relaciones entre el Ejecutivo y los obispos se ha relajado y los tiempos en que los prelados encabezaban manifestaciones en las calles están ya lejos, lo cierto es que durante su primer año de mandato, Mariano Rajoy todavía no se ha reunido con Rouco Varela.
Mensaje de Benedicto XVI
Uno de los momentos álgidos de la mañana se produjo con la intervención del Papa a través de las pantallas gigantes instaladas en la plaza. Benedicto XVI saludó a los asistentes a la homilía en Madrid y pidió que la familia siga siendo «un don precioso para cada uno de sus miembros y una esperanza firme para toda la humanidad». El pontífice recordó que la Iglesia celebra la fiesta de la Santa Familia de Nazaret e instó a que «Jesús, María y José sean un ejemplo de la fe que hace brillar el amor y fortalece la vida de los hogares».
La crisis también estuvo presente en el discurso del Rouco. Aunque el presidente de la Conferencia Episcopal no se refirió solo a la económica, sino también a la moral y espiritual. «Hay una crisis de fe con pocos precedentes en la historia de Europa y de España», aseguró el cardenal.