Los rebeldes sirios denuncian una masacre con 220 muertos en Homs
La oposición asegura que las tropas del régimen asaltaron el barrio de Deir Balbeh, donde realizaron las ejecuciones sumarias
EL CAIRO.Actualizado:Los rebeldes sirios denunciaron ayer una masacre por parte de las fuerzas del régimen sirio en el distrito de Deir Balbeh, en el noreste de la ciudad de Homs, en la que habrían muerto al menos 220 personas. El miembro del Mando Militar Supremo de los rebeldes sirios Qasem Saadedin aseguró a Efe que la población de ese barrio fue reunida en el puesto de control de la petroquímica, donde fueron ejecutados de forma sumaria, quemados y enterrados en una fosa común y agregó que 177 de las víctimas ya han sido identificadas.
Saadedin, responsable de operaciones militares de los rebeldes en la provincia de Hama y de armamento en la de Homs, señaló que el balance preliminar de fallecidos a lo largo de la jornada de ayer ascendía a 362, entre los que no están incluidas las fuerzas leales a Bachar el Asad.
Por su parte, el presidente del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), Rami Abderrahman, señaló que no podía confirmar el número de fallecidos, pero que había recibido informaciones de que decenas de personas, entre ellas combatientes y civiles, habían sido ejecutados sumariamente en Deir Balbeh.
Otro grupo que informa sobre las víctimas del conflicto sirio, los Comités de Coordinación Local, confirmó las 220 víctimas en la masacre de Deir Balbeh en un comunicado. Los Comités aseguraron que las tropas del régimen tomaron al asalto el distrito, y permitieron a las personas que seguían dentro pasar a través del puesto de control de la petroquímica, y a continuación los arrestaron en la universidad y los ejecutaron.
«Descender a un infierno»
Esta masacre, que no ha podido ser confirmada de forma independiente debido a las restricciones impuestas a los informadores por el régimen sirio, coincide con el final en Rusia de la gira del mediador internacional, Lajdar Brahimi. El enviado de la ONU aseguró en Moscú que Siria tiene dos opciones: poner en marcha un proceso de transición política o descender a un infierno como el de Somalia.
«Si la única opción es realmente un infierno o un proceso político, pues todos tenemos que trabajar sin descanso por un proceso político, que es muy difícil y complicado, pero no queda otra alternativa», dijo Brahimi tras mantener consultas con el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov. «El pueblo sirio debe tomar una decisión sobre los profundos cambios en el país. (Pero) No pueden iniciar el proceso político por su cuenta sin ayuda exterior», dijo Brahimi.
El diplomático, que llegó a Moscú tras cinco días de intensas negociaciones en Damasco, donde se reunió con El-Asad, y la oposición, subrayó que el proceso político debe «ser creíble, viable y dirigido por los propios sirios».
«La otra alternativa es la 'somalización' (medio millón de personas han muerto en ese país africano desde 1991) de Siria , con las consecuencias que pueden ser fácilmente imaginables no solo para el pueblo sirio, sino para toda la región», señaló. El mediador internacional advirtió sobre la gravedad de la situación bélica en torno a Damasco, escenario de duros combates entre Ejército y rebeldes sirios.