No habrá una ley de huelga y la rebaja del IRPF se queda en el aire
MADRID.Actualizado:No habrá ley de huelga, como reclama el presidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y la portavoz de UPyD, Rosa Díez. Mariano Rajoy, cree que el ejercicio de este derecho se encuentra bien regulado por el pronunciamiento que el Tribunal Constitucional realizó en 1981, que ha inspirado la posterior actuación de todos los gobernantes. En esa sentencia «se especifica muy bien» todo lo referido a ese derecho, aseveró.
También reiteró que sobre la mesa de Economía o de Hacienda no está otra subida del IVA, que elevó en septiembre el tipo general del 18% al 21%, y el reducido del 8% al 10%, junto a una reordenación que ha supuesto un alza de la tributación de ciertos bienes y servicios desde el 8% al 21%. «Mi intención es no subirlo de nuevo», declaró.
Tampoco se quiso comprometer con una rebaja del IRPF en 2014. El aumento del principal impuesto directo se estableció en 2011 para dos ejercicios. «Aunque me gustaría volver a la situación anterior -admitió- dependerá de como vayan las cosas». Y si Rajoy no formuló promesas sobre decisiones que puede llevar al BOE, menos dispuesto aún se mostró a especular con el mercado de trabajo. «¿Llegaremos a los seis millones de parados?», le preguntaron. «Intentaremos que no sea así, pero quedan momentos duros», respondió.
23.000 millones
No obstante, defendió que las políticas de ajuste empiezan a rendir frutos. Los principales están relacionados con la corrección del déficit, pero el presidente también destapó que en un año de mandato sus 29 viajes al extranjero han contribuido a que las empresas españolas hayan ganado contratos por 23.000 millones.
La agenda para 2013 no depara sorpresas. Los objetivos serán de nuevo el crecimiento económico y la recuperación del empleo. Rajoy defiende que los instrumentos más adecuados para lograrlos son la reducción del déficit, la aplicación de la ley de Estabilidad a la administración central y a la autonómica, la reestructuración del sector bancario, un proceso «complejo», y continuidad del proceso de reformas con leyes como la de unidad del mercado o la racionalización de la administración local.