El precio de la revolución castiga a la economía egipcia
EL CAIRO. Actualizado: GuardarLa presión de las calles tras meses de protestas y la falta de un consenso político que aporte estabilidad a una transición que afronta una larga travesía han arrojado a Egipto al borde del colapso financiero. Por esa razón, la confirmación oficial de la victoria islamista en el referéndum constitucional por el 63,8% de los votos pasó ayer a un segundo plano ante la certeza de que es necesaria una inmediata acción de las autoridades para impedir el descalabro económico y de que en apenas dos meses volverán a verse las caras opositores laicos y Hermanos Musulmanes en unas elecciones que se antojan cruciales para corregir el rumbo del país.
La escasa participación -un 32,9%- en la cita con las urnas que se celebró en dos fases los pasados 15 y 22 de diciembre, evidencian la creciente desconfianza de una población que empieza a flaquear ante la falta de cambios. La carrera por retirar los ahorros de los bancos se ha vuelto una constante en los últimos días, mientras que el Gobierno establecía ayer un límite máximo de 10.000 dólares (unos 7.500 euros) o su equivalencia en otra moneda. Y es que los rumores de una inminente congelación de las cuentas corrientes se disparan.