El Carnaval de la vergüenza

Catorce años han pasado ya desde aquel histórico anuncio y Cádiz sigue sin Museo del Carnaval. Países como Brasil, Colombia, Uruguay, Alemania (Colonia) y ciudades españolas como Badajoz, Isla Cristina (Huelva) o Águilas (Murcia), cuyos carnavales son tan importantes e incluso menos que el de nuestra ciudad, presumen a día de hoy de contar con unas instalaciones de este tipo; mientras Cádiz sigue mirando para otro lado y buscando recursos que nunca llegan a su destino. Su principal fiesta y su gran producto turístico de la temporada de invierno sigue estancada, al menos, en lo que a infraestructuras se refiere. Las agrupaciones que hacen y participan en el concurso y, por tanto, lo que distingue a nuestro Carnaval de los demás, siguen suplicando a entidades y administraciones por un local donde ensayar y otras lo hacen en lavaderos y fincas que se caen a pedazos. En los últimos años he conocido el caso de algunos grupos que ensayan sin luz, con la llama de las velas, y otros que lo han hecho en la calle, en pleno invierno, sufriendo lluvias y frío. Sin respuesta a sus peticiones y sin que a nadie se le haya caído ya la cara de vergüenza.

Un espectáculo que es capaz de atraer al Falla a espectadores de todas partes de España durante más de un mes, que tiene admiradores y aprendices al otro lado del Atlántico y que consigue llenar los hoteles de la ciudad y de la provincia durante su celebración oficial, no ha conseguido poner de acuerdo a las administraciones en más de catorce años para que le dediquen ni siquiera un pequeño espacio donde exponer su enorme patrimonio.

Todos hablan de la industria del Carnaval y a día de hoy nadie ha mostrado el menor interés por ponerla en marcha. Y encima, cuando alguien pone un proyecto sobre la mesa, todavía hay quienes dicen que en los tiempos que vivimos es más necesario invertir en otras cosas. Evidentemente, Cádiz necesita muchas cosas pero no creo que por hacer un Museo del Carnaval en el siglo XXI, se le esté robando a nadie. No sé si la Plaza Guerra Jiménez es o no la mejor ubicación, pero sí creo que es la única viable y, por tanto, la que debería defenderse de forma unánime para hacerla realidad.