Estalla la guerra contra Berlusconi
El ex primer ministro se desquita de un año de silencio forzado con un ataque demoledor al magnate
ROMA. Actualizado: GuardarEl otro gran tema de ayer de Mario Monti, además de su futuro, fue atacar metódicamente a Silvio Berlusconi. Fue una gran novedad, pues hasta ahora, como técnico neutral sostenido en el Parlamento por 'Il Cavaliere', aunque fuera a regañadientes, ha debido pasar un año calladito. Pero ayer se despachó a gusto. Berlusconi ya había definido por la mañana el Gobierno de Monti como «una pesadilla» y su réplica será iracunda, porque seguramente no se lo esperaba. Ayer se le vio muy nervioso en la enésima entrevista televisiva y hasta se levantó con la amenaza de irse si el periodista no dejaba de interrumpirle.
Monti, para empezar, le responsabilizó de la caída del Gobierno por retirarle su apoyo el 7 de diciembre y criticar su gestión, pues el magnate anda diciendo que la culpa de todo es de Monti por dimitir luego. «Las palabras tienen un valor», insistió, para subrayar que no se puede hablar por hablar, gran afición de Berlusconi. También rechazó no haber sido imparcial y favorecido a su rival, el PD. Luego enumeró sus declaraciones contradictorias de los últimos días, de elogio o censura hacia Monti: «Debo decir que me cuesta seguir la linealidad de su pensamiento». También dejó claro que cuando llegó al poder, tras la caída de Berlusconi, el país estaba al borde del desastre y en Europa se encontró una desconfianza total hacia Italia, similar incluso a la de la posguerra. Reivindicó el nuevo protagonismo de Italia en la UE, al recuperar credibilidad, y aseguró que en Bruselas solo se consiguen cosas con trabajo y diplomacia, y nada con «puñetazos en la mesa» ni «palmaditas en la espalda». «Luego vienen las risitas», señaló, en referencia al célebre episodio de Merkel y Sarkozy cachondeándose de Berlusconi en rueda de prensa. También desmintió otra trola del magnate, que fuera idea suya invitar a Monti a la cumbre del PPE la semana pasada. Rechazó estar a merced de Alemania, punta de lanza de la campaña de 'Il Cavaliere': «Cuando lo digo hasta Merkel se muere de risa. Durante años hemos tenido un Gobierno que no lograba hacerse oír».