Tres puntos
Actualizado: GuardarPor fin el cadismo saboreó ayer una victoria. Habían pasado nada menos que dos meses desde que el Cádiz no ganaba y la desesperación se había apoderado de todos. Los tres puntos logrados ayer no sirven para salir de la delicada situación en la que se encuentra el equipo pero por lo menos dan un leve optimismo para cerrar el año y pensar que el que viene será mejor. Lo único con lo que pueden quedarse los cadistas es precisamente con el resultado. Esa victoria llega en un momento crítico en el que perder o hasta empatar habría hundido definitivamente las esperanzas de una hinchada que exige, que no perdona tanta desidia ni desconcierto pero que nunca le da la espalda a su equipo y siempre trata de sobreponerse a los duros varapalos que éste le brinda. Ayer una vez más se escuchó la voz de la grada como en las grandes ocasiones. Era un sábado perfecto en el que ya se respiraba de pleno el ambiente navideño. La sabia afición se volcó con los suyos cuando lo merecía pero también de forma justa advirtió con pitos los momentos en los que el Cádiz se desdibujaba y ofrecía lo peor de sí mismo. El cadismo no se conforma con cualquier cosa y está cansado de propósitos de enmienda de jugadores que no saben lo que significa vestir la camiseta amarilla. No basta con prometer intensidad, no vale sólo con intentarlo. Si eso no funciona habrá que tomar otras medidas. Este triunfo es importante aunque no debe cegar a nadie. En este Cádiz queda mucho por hacer y seguramente todos los responsables del club son conscientes de ello. En enero comienza un mercado de fichajes que debería servir para dar un giro definitivo a esta realidad. Confío en que a partir de entonces este club remonte, salga de esa zona de descenso en la que nunca se debería haber metido y vuelva a encontrarse entre los favoritos, entre los temidos de Segunda B. Y para todo eso, espero que quienes mandan hagan lo que tengan que hacer.