ESPAÑA

La equidistancia del PSC enfada a la cúpula del PSOE

Valenciano admite falta de comunicación con la federación catalana, pero reitera que el partido se opondrá a la consulta soberanista

MADRID. Actualizado: Guardar
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El PSOE no puede disimular la magnitud de su enfado. La decisión del líder del PSC, Pere Navarro, de no obstaculizar el proceso que pretende abrir el nuevo Gobierno de la Generalitat para celebrar una consulta sobre la independencia en Cataluña fue recibida el jueves con estupefacción por la dirección del partido.

Las relaciones con los socialistas catalanes nunca han sido sencillas. Su condición de formación autónoma ha generado con frecuencia problemas de discurso, especialmente, en el ámbito territorial. Y ahora el asunto es delicado. Alfredo Pérez Rubalcaba se tragó el sapo de que Navarro defendiera el «derecho a decidir» durante la campaña para las elecciones del 20-N. Pensó que podría gestionar su discrepancia, pero en el primer debate llegó el susto.

Hasta ahora, el PSC se mostraba a favor de una consulta «legal», algo imposible sin una (improbable) reforma constitucional previa. Pero lo que no estaba en el guion es que, por acción u omisión, facilitara el jaque al Estado planteado por CiU y ERC.

«A nosotros, desde luego, no nos ha consultado», subrayó obviamente irritada la número dos del partido, Elena Valenciano. El PSOE se opone a la celebración de un referéndum sobre la independencia con un doble argumento: que es ilegal y que, además, sería «desastroso» para Cataluña y para España. «Nuestra posición es clarísima y el PSC la conoce», insistió. «Actuaremos en consecuencia», añadió.

No era un modo de hablar. La dirección del PSOE y la de los socialistas catalanes tienen pendiente de aprobar un protocolo de relaciones con el que el PSC pretendía lograr que, por primera vez, sus diputados en las Cortes Generales puedan romper la disciplina de voto y actuar con criterio propio cuando se trate de asuntos relacionados con el interés general de Cataluña. Ahora Ferraz no tiene ánimos para concesiones de ese tipo.

En el horizonte quedan no pocos retos. Para empezar, habrá más votaciones parlamentarias en las que unos y otros tengan que retratarse. Y, para seguir, el PSOE ha puesto en marcha un grupo de trabajo sobre el modelo de Estado con el que pretende diseñar una propuesta de reforma constitucional de corte federalizante. En ese grupo, liderado por el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, estará Navarro y la idea era que hubiera terminado sus trabajos para junio. La actitud del líder de los socialistas catalanes hace que el reto resulte aún más complicado de lo previsto.