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Carolina Morán, en un instante de la obra. /
Musical

'Evil Dead', a todo ritmo

La opera prima de Sam Raimi se transforma en un musical «gamberro y sangriento»

IKER CORTÉS , V. CARRASCO (VÍDEO)
MADRIDActualizado:

«Aquí todos hacemos de todo», explica César Belda mientras despacha dos entradas más. Lo dice con conocimiento de causa. A fin de cuentas, en poco más de una hora, Belda cambiará el teclado del ordenador de la taquilla por el del piano para dirigir la parte melódica de una obra levantada a pulso con el cariño y la pasión de un equipo de apenas cuarenta personas. Basado en las dos primeras partes de la trilogía de Sam Raimi –'Posesión infernal' (1981), 'Terroríficamente muertos' (1987) y 'El ejército de las tinieblas' (1992)-, 'Evil Dead, el musical' es, sobre todo, una apuesta arriesgada dentro del panorama español, que utiliza el humor y el rock -«lo hay de todas las clases, de los 50, salvaje, tipo Broadway y hasta baladas», apostilla Belda- para contar la historia de Ash, un tipo tranquilo que un buen día se tiene que enfrentar a la horda de demonios que ha poseído a sus amigos y su hermana. «Buscábamos algo diferente y encontramos esta obra con el tipo de interacción que se vende ahora en Las Vegas como 4D. Los actores saltan al patio de butacas, interactúan con el público y lo pringan de 'sangre'», resume su director, Chemari Bello.

Enamorado del 'show' original, el también responsable de que Bob Esponja transmutara en musical es el principal artífice de que la obra haya llegado a España. Estrenada en Toronto en 2003, hace cinco años Bello contactó con el responsable del libreto, George Reinblat, y se hizo con los derechos de la producción. Arrancaba una aventura que aún llevaría varios años cristalizar sobre el escenario. Para empezar era imprescindible salvar el mayor de los problemas, el de la financiación. «Hace un año nos hartamos de que los productores nos dieran con la puerta en las narices y le dije a Chemari: 'Tenemos que hacerlo'», relata Belda. Dicho y hecho. Montaron una cooperativa en la que participan tanto técnicos como artistas del equipo, algo que, sin duda, contribuye a que todos sientan como propia la obra. Incluso pusieron en marcha una iniciativa de 'crowdfunding' a través de Verkami.com con la que recaudaron 4.820 euros para financiar los alrededor de 40 litros de sangre que se derraman en cada función.

Y es que el líquido rojo ha sido, precisamente, el otro gran inconveniente. «Hemos estado -dice Bello- dos años de negociaciones con los teatros de la Gran Vía madrileña pero tenían que pasar por el aro de la 'splatter zone' y al final eso les ha echado para atrás». La solución tiene forma de número, concretamente el de la sala 18 de Kinépolis, el complejo de cines más grande de Madrid. En ella se representa la obra desde el pasado Halloween, tal y como atestiguan las butacas forradas de plástico de las primeras filas, preparadas para más y más chorros de hemoglobina elaborada a base de colacao y colorante.

Y lo cierto es que pese a lo atípico del enclave, este cine con capacidad para 400 butacas se adapta como un guante. «Esto es un 'teatrazo', con su escenario y su foso para la orquesta», afirma convencido David Ordinas, uno de los dos actores que da vida a Ash. «Con nada de presupuesto hemos sido capaces de poner en marcha un espectáculo impresionante y que podría estar en cualquier teatro de Madrid. Aparte de camerinos y duchas, no nos falta de nada», dice entre risas. Así las cosas, donde más lo ha notado el equipo es en los sueldos pero «es lo de siempre -se resigna el intérprete-, estamos sembrando para recoger».

Con estas dificultades en mente, Bello optó por poner en marcha el musical con dos repartos diferentes que se pudieran entremezclar en cualquier momento: «Buscábamos facilidades para que los actores pudieran compaginar esta obra con otros proyectos». Por otro lado, la idea de que el espectador se encontrara a actores distintos en cada representación «encajaba a la perfección con el espíritu desenfadado de la obra», señala. Ha sido una dificultada añadida, pues la labor en la sala de trabajo ha sido bastante más compleja de lo habitual. «Implica que tienes que hacer dos pases de todo, pero es muy enriquecedor porque cada actor te aporta diferentes matices y te permite mezclar distintos elementos», explica Bello.

El trabajo de los actores

«Ash, tanto vocal como físicamente, representa un trabajo muy difícil», asegura Ordinas. Algo en lo que Pablo Puyol, el otro actor que da vida al héroe del musical, coincide plenamente. «Empieza siendo un personaje muy cuadriculado, un tipo que se basa en las reglas y que trata de controlarlo todo, pero poco a poco la situación lo va desquiciando. Es un bombón y más sencillo de lo que parece pues las diferentes situaciones sobre el escenario son las que le van cambiando», resume quien admite haber tenido en un primer momento problemas para lanzarse a interpretar un personaje «tan pasado de vueltas y tan gamberro». A Ordinas, autor de 'Humor miserable', una tira de sketches con la música como hilo conductor, fue ese aspecto el que le atrapó de su personaje. «Soy bastante canalla. Me gusta el humor gamberro y esa locura de pasar de ser un tío bueno, que nunca ha roto un plato, a matar zombies con una motosierra y un muñón era un reto súper interesante».

Por si fuera poco, el musical llega en plena 'explosión zombie', con los cómics de 'The Walking Dead' y su adaptación televisiva arrasando, así como una generosa lista de películas recientes. De hecho, en mayo de 2013 se estrenará el remake de 'Evil Dead', dirigida por Federico Álvarez y el propio Raimi en la producción. Para entonces Bello y Belda esperan iniciar una gira por toda España. «Hemos iniciado conversaciones y esperamos poder acudir al mayor número de ciudades posible. Es difícil, pero quizá contar con dos repartos nos dé alguna ventaja», aclara el primero. De momento, solo saben que estarán en Madrid hasta el 6 de enero. Lo que sí tienen claro a día de hoy es que diez años después de su estreno en Toronto, 'Evil Dead, el musical' «sigue siendo una propuesta totalmente diferente al resto de producciones».