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ESPAÑA

El PP también reclama un gobierno unitario sin Mas

El acuerdo entre CiU y ERC será ratificado mañana por sus consejos nacionales

CRISTIAN REINO
BARCELONA.Actualizado:

El PP está convencido de que el acuerdo entre CiU y Esquerra Republicana está condenado al fracaso y su presidenta en Cataluña, Alicia Sánchez-Camacho, propuso un Gobierno de concentración que no esté presidido por Artur Mas, a fin de evitar la convocatoria de otras elecciones anticipadas.

«Este pacto es negativo para la economía, traerá más presión fiscal, incrementará el gasto identitario y con él se olvidará la prioridad que es la salida de la crisis. Este es el Govern más débil e inestable que podemos tener. Será un nuevo tripartito (CDC, Unió, ERC) generador de inestabilidad y confrontación», señaló ayer Sánchez-Camacho. Su planteamiento se une al que hizo el lunes el PSC, que sorprendió con una propuesta de un Ejecutivo de «unidad nacional», presidido por un dirigente de CiU que «preferiblemente» no sea Mas y que aparque la consulta soberanista.

La tesis de nuevas elecciones no es peregrina y de hecho cada vez son más las voces que se apuntan a la teoría de que la décima legislatura puede ser breve y que CiU y ERC no podrán aguantar demasiado tiempo juntos. Se especula, incluso, que más allá de finales de 2014, una vez celebrada la consulta, es complicado que se mantenga la alianza, teniendo en cuenta los rigores de la crisis y el desgaste que los recortes ocasionarán en las relaciones entre un partido de corte liberal y una formación de izquierdas como Esquerra.

Los primeros ajustes, de cerca de 4.000 millones para 2013, ya los tiene asumidos ERC, que se justifica ante los suyos con que mientras Cataluña no gestione todos sus recursos y mientras siga existiendo el déficit fiscal entre Cataluña y el resto de España, la Generalitat no es responsable de todos los recortes.

Superado el escollo de la consulta, con un horizonte máximo para fin de 2014, los detalles que quedaban pendientes de limar eran los fiscales, como el del impuesto de sucesiones, del que CiU habría aceptado recuperar el tramo más alto. O la creación de nuevos tributos, como pide ERC, que quiere vender ante los suyos que ha logrado introducir una agenda social en la política del Govern. Es el caso de un impuesto que gravaría a las centrales nucleares, a las entidades bancarias o a las grandes superficies comerciales y una euroviñeta para los camiones. La eliminación del euro por receta, que ha causado un fuerte rechazo social, también estaba sobre la mesa, si bien las reticencias de CiU hacían complicado un entendimiento.

El acuerdo por escrito, por tanto, puede formalizarse hoy en una reunión entre Mas y Oriol Junqueras, previa a los consejos nacionales que Esquerra, Unió y Convergència celebrarán mañana para ratificar el pacto. Todo apunta a que va a ser así, ya que Mas firmó ayer el decreto para la constitución del nuevo Parlamento el próximo lunes.