Litvinenko trabajó para el CNI
Los datos sobre el crimen organizado y sus presuntas relaciones con el Kremlin llegaban a un fiscal español Su abogado revela que el espía fallecido informó sobre la mafia rusa en España
MADRID.Actualizado:Alexander Litvinenko, el exespía ruso de 43 años que falleció envenenado en Londres en noviembre de 2006, trabajaba a sueldo del MI6, los servicios secretos británicos, y del Centro Nacional de Inteligencia español, CNI.
Según un informe preliminar sobre la muerte presentado por el abogado de la familia, Ben Emmerson, Litvinenko estaba en nómina de ambas organizaciones cuando bebió el té radioactivo durante una reunión con dos antiguos contactos de la KGB rusa en un hotel del centro de Londres.
En concreto, los servicios secretos británicos podrían haber puesto en contacto a Litvinenko con sus colegas españoles para que les informara sobre las redes del crimen organizado ruso y sus actividades mafiosas en territorio nacional.
Emmerson aseguró, según publicaron ayer los diarios británicos 'The Independent' y 'Daily Mail', que el exagente tenía previsto viajar a España poco antes de ser envenenado y que su posible contacto en el CNI usaba el pseudónimo de «Uri», al que proporcionaba información sobre las mafias rusas.
Posteriormente, esta notas las recibía la Fiscalía Anticorrupción, en concreto el fiscal José Grinda González. Este funcionario del Ministerio Público, especializado en el crimen organizado desde hace años, ha sido curiosamente el encargado de la investigación de la red de blanqueo que lideraba el chino Gao Ping y que fue desarticulada el pasado 16 de octubre con más de un centenar de detenidos. Una trama que tiene ramificaciones internacionales.
Según el letrado, cuando Litvinenko estaba ingresado en el hospital de Londres tras ser envenenado con polonio 210 radioactivo recibió la visita de uno de los contactos en el KGB que había tomado té con él, Andrei Lugovoi.
Éste, principal sospechoso de haberle intoxicado junto a su compañero Dmitri Kovtun, habló con Litvinenko de un viaje a España para proporcionar nueva información sobre la relación de la mafia rusa con el Kremlin y el presidente Vladimir Putin.
Vínculos políticos
La investigación trataba los vínculos entre las fuerzas políticas rusos, el crimen organizado y el tráfico de armas, según la declaración de la mujer de Litvinenko, Marina, contenida en el informe elaborado por Ben Emmerson y que servirá de prueba documental en el juicio.
Sobre los viajes a España del exespía fallecido hace seis años, un cable diplomático estadounidense filtrado por Wikileaks mencionó una reunión entre expertos antiterroristas, en la que se reveló que Litvinenko era informante del CNI sobre las relaciones de las distintas agencias de seguridad del Gobierno de Rusia, FSB, SRB y GRN, y su participación y control en el crimen organizado ruso implantado en España, y más concretamente en la costa mediterránea.
Las revelaciones conocidas ayer llegan poco meses antes de que se celebre una vista oral por el fallecimiento de Litvinenko y se extraen, según el abogado Emmerson, de los informes del Gobierno británico, en los que se plantea la hipótesis de que el Estado ruso estuvo involucrado directamente en el envenenamiento a través de los agentes Lugovoi y Kovtun, extremo que los aludidos han negado.
El letrado de los Litvinenko criticó que los servicios secretos británicos le habían abandonado a su suerte y reveló que los detalles de su relación con el MI6 y el CNI las dio a conocer en su lecho de muerte, en Londres.
Además, ambos servicios secretos pagaban su trabajo en una cuenta bancaria conjunto con su esposa, un dato que demostraría que la mujer conocía sus actividades de espionaje.