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ESPAÑA

El PP echa al diputado implicado en una presunta extorsión a un banquero

Santiago Cervera afirma que deja su escaño y el partido porque es «lo que más nos conviene a todos»

RAMÓN GORRIARÁN
MADRID.Actualizado:

El PP reaccionó con rapidez y forzó de forma fulminante la renuncia al escaño y a la militancia de Santiago Cervera, secretario cuarto de la Mesa del Congreso. El parlamentario navarro fue detenido el domingo por la Guardia Civil por su presunta implicación en un caso de extorsión al presidente de Caja Navarra, José Antonio Aisáin. «Es lo que más nos conviene a todos», comentó ayer el dimisionario tras anunciar su marcha.

«Es un caso que, cuanto menos, reviste mucha rareza». La secretaria general del PP resumió de esa manera los comentarios que se dispararon nada más conocerse el rocambolesco episodio protagonizado el domingo por Cervera. El diputado por Madrid, pero líder del PP navarro tras la ruptura de la alianza con Unión del Pueblo Navarro, fue detenido por la Guardia Civil en Pamplona por su presunta implicación en un chantaje al presidente de Caja Navarra. Cervera fue arrestado tras recoger un sobre en una zona de la muralla de la capital navarra que debía contener 25.000 euros. El sobre, que estaba vacío, había sido colocado allí por un agente en el marco de la investigación abierta tras una denuncia presentada el 5 de diciembre por el banquero por un intento de extorsión para evitar la difusión de datos relacionados con su anterior actividad profesional en un despacho de abogados.

La investigación, debido a la condición del detenido de aforado como diputado nacional, pasó a manos del Tribunal Supremo. Cervera explicó ayer en su blog que acudió a recoger el sobre porque «hace unos días» recibió un correo electrónico con la oferta de «cierta documentación de relevancia judicia» relativa a Caja Navarra, con cuyos responsables mantiene un prolongado enfrentamiento. Respondió a su anónimo interlocutor que «no parecía la manera» más adecuada de hacerle llegar la información y propuso otra fórmula de comunicación, pero esa respuesta, asegura en su escrito, «fue devuelta por el servidor». Pero la «curiosidad», confesó, pudo más y acudió a la cita.

La reacción inicial del PP fue de absoluta sorpresa seguida de una frialdad gélida hacia el denunciado. Cospedal habló con el presidente del Gobierno y líder del PP, que se encontraba en Oslo, donde la Unión Europea recibió el premio Nobel de la Paz. La secretaria general anunció primero la apertura de un expediente informativo para esclarecer el caso. Pero la decisión ya estaba tomada. Mientras Cospedal daba cuenta de esas formalidades orgánicas, Cervera estaba reunido en el Congreso con el portavoz del grupo popular, Alfonso Alonso, quien hizo ver a su compañero la conveniencia de dejar el escaño y el partido.

Cosa que el diputado navarro elegido por Madrid hizo de inmediato. Cervera anunció su renuncia al acta parlamentaria para ser investigado por un juzgado ordinario porque «no es aceptable» que el Supremo se dedique a esos menesteres. El caso, por tanto, volverá al juzgado de Pamplona. «No soy culpable ni responsable ni autor de lo que se me imputa. Soy una víctima», afirmó para defender a continuación su «integridad intelectual y actitudinal». Justificó además su abdicación del escaño porque es «conveniente» que los políticos demuestren a los ciudadanos que no están «amarrados al puesto». Señaló asimismo que la baja «temporal» en el PP se debía a su decisión de no causar «ningún tipo de perjuicio» a un partido «que ha sido enormemente generoso conmigo».

Diligencia

El PP ha tenido en el caso de Cervera una diligencia que no tuvo con todos los implicados en la trama Gürtel ni en otros casos de corrupción. El senador Luis Bárcenas, extesorero del partido, y el diputado Jesús Merino aseguraron no haber recibido nunca presiones para abandonar sus escaños y solo lo hicieron después de llevar meses imputados. Del mismo modo el ex secretario general del PP valenciano Ricardo Costa mantuvo su escaño en las Cortes autonómicas, y solo fue suspendido de militancia tras un largo pulso con la dirección nacional. Baja que fue revocada a las pocos meses para que entrara en las listas del PP para las autonómicas de mayo de 2011. También otros cargos autonómicos del PP imputados en casos de corrupción han mantenido sus puestos y siguen el partido. Y hasta diputados del Congreso acusados y juzgados como Vicente Ferrer e Ignacio Uriarte, ambos por conducir bajo los efectos del alcohol, siguieron en sus escaños.

Pero Cervera, con independencia de los fundamentos de su acusación, carece de anclajes fuertes en el PP. Situado en el ala más templada del partido, alejado, y hasta enfrentado con los sectores más conservadores, se le sitúa en el grupo de los 'sorayos', diputados afines a la vicepresidenta, pero otras fuentes del partido niegan su pertenencia a ese club.

Se puso a las órdenes de Mariano Rajoy cuando en 2008 se fraguó la ruptura entre el PP y Unión del Pueblo Navarro para liderar el partido en la comunidad foral en una muy difícil travesía. En reciprocidad a esos desvelos, Rajoy situó a Cervera en un prestigioso número seis de la lista del PP por Madrid en las generales de noviembre pasado para asegurar su elección, algo que no tenía asegurado si era candidato por Navarra.

Unos gestos amistosos que no han impedido que el PP mandara a su casa al diputado navarro por Madrid. Aunque no han trascendido las interioridades del caso, nadie en el PP está dispuesto a poner la mano en el fuego por el hasta ayer secretario cuarto del Congreso.