Meshal pide a los palestinos que se unan
El máximo líder de Hamás apuesta por «enterrar para siempre la división» en su regreso a Gaza tras 37 años de exilio
Actualizado:Hamás vuelve a cantar victoria frente a Israel. El grupo fundamentalista celebra su 25º aniversario y Jaled Meshal, su líder en el exilio, se encuentra en la Franja después de 37 años sin poder pisar suelo palestino. Meshal encabeza el mitin multitudinario que será el epicentro de la fiesta. Un retrato enorme del jeque Yasín, cofundador del grupo y líder espiritual asesinado en 2004 por un cohete de Israel, y una réplica a gran escala del misil M75 manufacturado por las Brigadas Ezedín Al-Kasem, brazo armado de Hamás, y que en la última guerra alcanzó Tel Aviv y Jerusalén, presiden el escenario central desde el que Meshal y el resto de la cúpula islamista se dirigirán a sus fieles.
El máximo líder del movimiento fundamentalista cruzó por la mañana la frontera de Rafah, que une Egipto y Gaza, acompañado de más de una decena de familiares. Y nada más pisar suelo palestino se puso de rodillas para dar gracias a Dios. Allí le esperaba el primer ministro, Ismail Haniya, que calificó el momento de «histórico» antes de fundirse en un abrazo con el recién llegado.
«Éste es mi tercer nacimiento. Nací en 1956 y nací por segunda vez cuando sobreviví al intento de asesinato ordenado por Netanyahu, pero Alá fue más fuerte. Espero que Alá me permita morir como mártir en Gaza», confesó un Meshal emocionado, que se atrevió a vaticinar que «mi cuarto nacimiento será el día en que Palestina sea liberada. Hoy Gaza, mañana Ramala, después Jerusalén, Haifa y Jaffa». El discurso original de Hamás que echa por tierra cualquier frontera y reclama toda la tierra para los palestinos.
Cruce de destinos
Sin tiempo que perder, la delegación puso rumbo a la capital de la Franja, donde las dos primeras paradas fueron en las casas de Ahmed Yabari, último dirigente del grupo asesinado por Israel y cuya muerte supuso el lanzamiento de la reciente operación 'Pilar defensivo', y del jeque Ahmed Yasín. Meshal calificó a Yasín de «gigante de la yihad y de la lucha armada», y prometió seguir el camino marcado por el anciano tetrapléjico que se erigió en líder espiritual del movimiento y cuya casa se ha convertido ahora en una especie de museo.
Las vidas de los dos líderes fundamentalistas se cruzaron por primera vez en 1997, cuando Israel planeó envenenar a un Meshal que entonces se encargaba de recaudar fondos para Hamás en Jordania. Los agentes del Mosad lograron inyectarle el veneno, pero el complot fue descubierto y el entonces rey jordano Hussein, con el apoyo de Washington, obligó a Benjamin Netanyahu a proporcionar el antídoto necesario y enviarlo a Amán.
Además de fracasar en su objetivo, el Estado hebreo se vio forzado a liberar a una serie de presos, entre ellos al jeque Yasín. Siete años después, Meshal asumiría la dirección del movimiento de resistencia palestino tras el asesinato del anciano cuando se dirigía a la primera oración del día en la mezquita de su barrio de Zeitún.
Además de la emoción del momento, el líder de Hamás llega a la Franja con el objetivo de reforzar el intento de unidad nacional entre las distintas facciones palestinas, que ayer produjo el anuncio de la liberación de 80 presos. «Todos los líderes de Hamás, dentro y fuera, os prometemos ir hacia la reconciliación, fortalecer la unidad y enterrar de una vez para siempre la división para hacer frente al enemigo sionista», adelantó Meshal, que gracias a su condición de exiliado ha podido viajar en los últimos años por el mundo buscando apoyos para la causa palestina. Esta distancia de Gaza, sin embargo, también le atrajo los reproches de los sectores más duros del grupo, que rechazan cualquier acercamiento a Israel más allá de los acuerdos puntuales de alto el fuego. Sin embargo, la gestión de la última tregua, que comenzó a aplicarse el 21 de noviembre, parece haber zanjado las diferencias y Meshal vuelve a ser la máxima figura de Hamás.