Fabra cambia el Ejecutivo y solo deja tres caras de Camps

El presidente valenciano, Alberto Fabra, realizó ayer una crisis de gobierno con la que rompe definitivamente con la etapa de su antecesor, Francisco Camps, de cuya época ya solo quedarán tres consejeros en el Ejecutivo.

Fabra, que sucedió a Camps hace un año y medio, cuando el entonces president tuvo que dejar el cargo presionado por el 'caso Gürtel', ha ido poco a poco diseñando un equipo a su gusto, en el que solo permanecen de la etapa anterior el vicepresidente, José Císcar, un hombre por otra parte de su total confianza, el consejero de Gobernación, Serafín Castellano, y la titular de Infraestructuras, Isabel Boning.

La crisis de gobierno se produce solo unos días después de que el titular de Hacienda, José Manuel Vela, presentase la dimisión tras ser imputado por un presunto caso de revelación de secretos, bajo la sospecha de que filtró a otro parlamentario popular un informe pericial de una causa judicial por malversación de fondos con la que está vinculado. Vela ha sido sustituido en el nuevo Consell por Juan Carlos Moragues, hasta ahora delegado de la Agencia Tributaria en la provincia de Castellón. La remodelación del Gobierno implicó la supresión de dos consejerías, de diez a ocho, y la redistribución de competencias entre varias carteras.

Agricultura, Pesca, Alimentación y Agua se suman a las tareas del vicepresidente Císcar, junto a la portavocía. El titular de Economía asume también Empleo y Turismo y Cultura y Deportes pasa a depender del consejero de Educación. Además de Moragues, las otras dos caras nuevas del Consell son Asunción Sánchez Zaplana, al frente de Bienestar Social, y Manuel Llombart, en Sanidad.