Bruselas insiste en que una Escocia independiente saldría de la Unión Europea
Barroso ultima una carta para la Cámara de los Lores en la que confirma que Edimburgo debería pedir el reingreso
BRUSELAS.Actualizado:El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, insiste en que si Escocia se independiza quedará automáticamente fuera de la UE. El líder comunitario reafirma su posición en una carta que remitirá la próxima semana para contribuir a un estudio de la Cámara de los Lores sobre el hipotético impacto económico de la secesión. La misiva, que al parecer no está terminada, incorporará el análisis europeo más detallado de los últimos años sobre la escisión de un territorio. El Gobierno escocés minimizó ayer la comunicación de Barroso y recordó que siempre ha reconocido que la soberanía conllevaría una negociación con Bruselas.
Los lores recopilan información desde el pasado mayo para medir las consecuencias económicas de la salida de Escocia de Reino Unido. En este marco, la Cámara alta británica pidió asesoramiento a Barroso para conocer con exactitud la situación en la que quedaría Edimburgo en caso de que el 'sí' a la independencia salga victorioso en el referéndum de 2014. En la solicitud enviada al ex primer ministro portugués, los lores admiten su confusión ante las distintas versiones escuchadas en los últimos meses. Incluso, citan las declaraciones del ministro de Exteriores español, José Manuel García-Margallo, en las que pronosticó que los escoceses deberían «ponerse a la cola» para acceder a la UE si se emancipan.
Eje del debate
Barroso responderá a los miembros de la Cámara británica que Escocia dejaría de estar amparada por los tratados europeos en cuanto abandone Reino Unido. Es decir, que deberá pedir su reingreso en la Unión como cualquier país extracomunitario. Según un borrador de la carta difundido ayer por el diario de Edimburgo The Scotsman, el nuevo Estado debería cumplir con las «obligaciones» establecidas y contar con el respaldo «unánime» de los Veintisiete para regresar al club. Bruselas ha insistido en esta misma tesis en los últimos meses ante el auge independentista en Cataluña aprovechando un pronunciamiento oficial que data de 2004.
El ministro escocés de Finanzas, John Swinney, rechazó que sea necesario volver a solicitar la adhesión, pero admitió que se abriría una «negociación» con Bruselas. El representante del Partido Nacionalista Escocés (SNP), que gobierna con mayoría absoluta, explicó que los contactos con la UE se desarrollarían en paralelo a las conversaciones para salir formalmente de Reino Unido. Así, la independencia y la continuidad en la Unión podrían confirmarse en 2016. La pertenencia al bloque comunitario se ha convertido en uno de los ejes del debate independentista. El SNP sufrió un fuerte revés hace unas semanas al saberse que no contaba con ningún dictamen legal sobre su futuro europeo pese a que el Ejecutivo había asegurado disponer del documento.