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Interior de la Bolsa de Madrid. / Zipi (Efe)
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El paro americano no funciona de reanimador

El selectivo cede un 0,79% pese al buen dato de empleo registrado en EE UU

CRISTINA VALLEJO
MADRIDActualizado:

Malas y buenas noticias en dos que se consideran los principales motores económicos del mundo. Las malas, en Alemania, las buenas, con alguna sombra, en Estados Unidos. Por la mañana no sentó nada bien que el Bundesbank rebajara drásticamente las previsiones de crecimiento de la locomotora del Viejo Continente. Este año crecerá un 0,7%, según sus expectativas, mientras que en 2013 registrará una expansión de sólo un 0,4%, frente a sus anteriores previsiones de un crecimiento del 1% este año y del 1,6% en 2013. Además, el Bundesbank alertó de la posibilidad de que se produzca un moderado repunte del desempleo, que podría subir hasta el 7,2% el próximo año. Actualmente se encuentra en el 6,9%. Además, conocimos el dato de producción industrial del mes de octubre y cayó más de lo esperado por los analistas: en tasa interanual el deterioro fue de un 3,7%, frente a la caída del 1,5% prevista. Lo mismo le sucedió al Reino Unido con su producción industrial.

Por eso, la apertura fue con muy pocos ánimos. El selectivo sólo sobrevivió en verde durante unos minutos. Y las pérdidas fueron haciéndose cada vez más grandes. Tocó mínimos del día en los 7.820 puntos desde donde intentó rebotar, pero sólo lo consiguió, y sin llegar nunca a los números verdes, coincidiendo con la publicación del informe oficial de empleo de Estados Unidos, que fue muy, muy bueno. Durante el mes de noviembre se crearon 146.000 nuevos puestos de trabajo en el sector no agrícola, por encima de los 85.000 que esperaba el mercado. Aunque las cifras de octubre se revisaron a la baja (desde los 171.000 hasta los 138.000), la sorpresa del mes pasado supera, con creces, la decepción del mes anterior. Además, la tasa de paro bajó hasta el 7,7% desde el 7,9% del mes anterior, con lo que se coloca en los niveles más bajos desde diciembre del año 2008. Está visto que las políticas de estímulo que se aplican en Estados Unidos son mucho más efectivas que las de austeridad a este lado del Atlántico. El paradigma de esto último se llama Grecia: conocimos el dato definitivo del PIB del tercer trimestre: en lectura interanual se contrajo un 6,9%, con lo que mejoró la medición anterior (-7,2%).

La única nota negativa del informe fue que en el sector manufacturero se destruyeron 7.000 puestos de trabajo, cuando los analistas esperaban despidos de 4.000 trabajadores. Pero, en conjunto, el sector privado fue el que mejor se comportó, dado que ocupó a 147.000 parados, por encima de los 90.000 previstos y, además, el dato de octubre se revisó al alza desde los 184.000 hasta los 189.000.

Impulso fallido

Tras conocerse este informe, el Ibex, como decíamos, repuntó, pero sólo fue capaz de tocar los 7.900 puntos de manera fugaz. Después se replegó de nuevo. En parte, porque a las cuatro de la tarde se publicó otro dato en Estados Unidos que no fue muy coherente con el positivo informe de empleo: el de confianza del consumidor que elabora la Universidad de Michigan preliminar para el mes de diciembre. Cayó de los 82,7 hasta los 74,5 puntos, cuando los analistas esperaban un mínimo deterioro hasta los 82 puntos.

Y es que hay analistas que no se muestran tan complacientes con el informe de empleo de hoy. Bill Gross, de PIMCO, dice que la caída de la tasa de paro se debe a la reducción del número de personas que han dejado de buscar empleo porque creen imposible volver a encontrarlo. Y cifra en 200.000 los trabajadores que han tomado esa decisión. Además, ante datos aparentemente tan positivos, los políticos pueden "tranquilizarse" ante el gran reto que supone el 'fiscal cliff'.

El comportamiento en Wall Street era mixto. Ahora, la duda vuelve a estar en si la Reserva Federal norteamericana acaba con los estímulos antes de lo esperado ante el buen tono que está mostrando el mercado de trabajo o si continúa con ellos. En Alemania, por ejemplo, el informe de empleo de EE UU sí ayudó al Dax a entrar en verde, mientras que el dato de confianza del consumidor fue la excusa para vender. Lo mismo ocurrió en Francia, aunque al final el Cac terminó la jornada en verde, aunque por poco. Al cierre, el Cac 40 francés subía un 0,11%. En verde también terminó el PSI-20 de Lisboa, que ganó un 0,72%, además del Ftse 100 británico, que se apuntó un 0,22%. En rojo terminó el Dax alemán, que retrocedió un 0,22%. Pero el peor fue el Ftse Mib de Milán, que retrocedió un 0,86%, seguido del Ibex-35, que perdió un 0,79%, para dar un último cambio en los 7.848,50 puntos.

El recorrido del selectivo español fue paralelo al que realizó la prima de riesgo. Porque al principio de la sesión, cuando el Ibex se fue a mínimos, la prima de riesgo marcó máximos en los 426 puntos básicos. Poco a poco, se relajó un poco. Y cerró la sesión en los mínimos del día, en los 416 puntos básicos, por debajo del nivel de cierre de la jornada anterior (418 puntos básicos). También mejoró al final la deuda a dos años, cuya rentabilidad cayó desde el 2,91% hasta el 2,89%. Pero la deuda alemana bajó de rentabilidad, lo que implica que los inversores siguen teniendo miedo (o que están recogiendo las peores perspectivas económicas de esa economía): el interés del bono germano a dos años cayó desde el -0,05% hasta el -0,08%. El del bono a diez años se mantuvo en el 1,29%.

En Italia, la prima de riesgo bajó ligeramente desde los 326 hasta los 321 puntos básicos.

España empeoró ligeramente con respecto a Italia: el diferencial subió de los 88 hasta los 90 puntos básicos.

Popular vuelve a hundirse

En el selectivo español, volvieron a destacar las fuertes pérdidas del Popular, que cedió un 8,18%, hasta los 0,55 euros. Parece que los inversores optaron por comprar los derechos para suscribir la ampliación de capital para luego vender sus acciones. No en vano, los títulos estuvieron más caros que los derechos, los inversores compraron los segundos para vender los primeros y llevarse una plusvalía. En definitiva: si fueron a la ampliación no fue porque confiaran en el futuro de la entidad, sino porque veían una oportunidad de 'trading'.

Tras el Popular, otra entidad financiera, Bankia, que perdió cerca de un 5%. Le siguió Abengoa, con un retroceso del 3,76%. IAG, CaixaBank, Gamesa, Amadeus y Repsol cedieron por encima del 2%, mientras que Sacyr Vallehermoso perdió justo un 2%.

Los grandes valores contribuyeron con los descensos del Ibex. Así, BBVA retrocedió un 0,95%, casi lo mismo que Telefónica, y el Santander, un 0,88%. Iberdrola, por su parte, se dejó un 0,68%.

En verde, Acciona lideró los ascensos, con una revalorización del 4,24%. Ferrovial se situó a continuación, con una subida del 1,06%. Inditex ganó un 0,88%. Y muy pocos valores más lograron cerrar al alza. FCC, Mapfre, BME y Acerinox subieron algo menos de medio punto porcentual. Enagás, ACS, Red Eléctrica y el Sabadell completaron la lista de valores en positivo.

En el Mercado Continuo, Alba lideró los avances, con una revalorización del 6,13%, seguido de GAM, que subió un 5,41%. En negativo, ningún valor cayó más que el Popular. A continuación, se colocó Urbas, que cedió un 7,14%, y Nicolás Correa, que se dejó un 6%.

En el mercado de divisas, el euro llegó a perder el nivel de 1,29 unidades. Marcó mínimos en 1,2880 dólares. Al cierre, se situaba de nuevo por encima de 1,29. En concreto, en 1,294 dólares.

En el mercado de materias primas, siguió el goteo a la baja en el precio del crudo. El barril de Brent, de referencia en Europa, cayó un 0,23%, hasta los 106,78 dólares. El barril de West Texas, de referencia en Estados Unidos, se mantenía prácticamente plano por encima de los 86 dólares. El oro, por su parte, recuperaba el nivel de los 1.700 dólares.