El flamenco, una asignatura más
Quince centros educativos pasarán este curso por la peña flamenca 'Tomás el Nitri' para que unos 420 alumnos aprendan las claves del arte centenario
| EL PUERTO. Actualizado: GuardarCarmen y Desi suben al escenario jaleadas por sus compañeros. Pasan varios minutos de las doce de la mañana y la algarabía juvenil, solo interrumpida por el toque de la guitarra y el cante de Aroa Cala, rompe la habitual calma que a esa hora reina en la calle Diego Niño. Las chicas tocan las palmas sordas acompañando a la cantaora, que consigue arrancarlas de su timidez para que explique, una de ellas, que su tío es bailaor y que a ella no se le da mal, y la otra, que está en primero de conservatorio. Sus compañeros de los institutos Mar de Cádiz y José Luis Tejada las escuchan sentados en torno a las mesas de la peña flamenca 'Tomás el Nitri' que desde hace una década participa en la Oferta Educativa Municipal del Ayuntamiento con una actividad para que los jóvenes se inicien en el conocimiento de este arte.
Un total de quince centros educativos -unos 420 alumnos- pasarán este curso por la peña, toda una institución en El Puerto que junto a otras como 'El Chumi' o la tertulia flamenca de las 'Hermanas Cala' contribuyen a mantener y fomentar la afición como algo vivo, con actuaciones en directo y conferencias.
De la iniciación a la afición
Entre el público cunde el silencio. Muchos de los asistentes no han presenciado nunca antes una actuación de cante jondo. Para algunos será todo un descubrimiento e incluso la semilla de una afición. Para otros será una actividad enriquecedora y divertida, lejos de la cotidianeidad de las aulas. Pero ninguno saldrá indiferente de la peña 'El Nitri', cuyo presidente, José Bartolomé Breu, observa satisfecho el transcurso de la actuación de Aroa Cala.
Él ya ha tenido su turno minutos antes, con una breve conferencia sobre los orígenes de la peña y del flamenco: «Para nosotros es una de las actividades más interesantes, porque ejercemos la misión de difundir el flamenco entre los jóvenes, que es un objetivo fundamental de toda peña que se precie». La tarde antes acompañó a la concejala de Educación, María Antonia Martínez, en su visita al taller que contó con la presencia de alumnos del Centro de Adultos y de la asociación de personas con discapacidad psíquica, Apadeni, entre otros.
«Hay que animar más a que la gente acuda a las peñas. En algunas hay espectáculos flamencos que son gratis, y eso con la que está cayendo, tendría que tener más tirón». Aroa Cala colabora con la actividad de la OEM prácticamente desde sus inicios. Su cometido no solo se ciñe a cantar los palos del flamenco más conocidos. Antes de cada cante, expone varios trazos de su historia, su procedencia y evolución; y también sobre el estilo con el que cada cantaor los ha interpretado. «Los chavales se portan bien, respetan y de hecho muchos son aficionados. Aquí es muy fácil que surja esa chispa, porque en no pocas familias hay algún cantaor, o guitarrista o bailaor y si lo viven en casa, es normal que ellos se contagien».
Es el caso de Desi, pero también de Carmen, Dolores, Lolichita y María. Quieren ser abogadas, esteticistas, maestras... Aunque todas bailan y cantan en familia, ninguna se plantea dedicarse al flamenco. Pero lo adoran y lamentan que algunos de su generación lo infravaloren. «Lo ven como una música de 'canis' y no se dan cuenta de que es un arte y que forma parte de nuestra cultura», explican.