«Vivo a un ritmo que salto de un error a otro»
El actor británico protagoniza junto a Jessica Biel, Catherine Zeta Jones y Uma Thurman la comedia 'Un buen partido' Gerard Butler Actor
LOS ÁNGELES.Actualizado:El fútbol es la nueva excusa de Gerard Butler para protagonizar una comedia romántica. Dando vida a un exjugador escocés que viaja a Estados Unidos a entrenar un equipo infantil, Butler se convierte en la golosina que todas las madres de los niños desean para sí. Una divertida comedia donde el actor exhibe el magnífico físico que ha construido a base de horas en el gimnasio. Naturalmente acabará entrenando a su hijo, al que abandonó por su carrera. Compartiendo protagonismo con Jessica Biel, Catherine Zeta Jones y Uma Thurman, Butler demuestra que tiene también talento para el humor, como su compatriota Hugh Grant, al que parece sustituir en el género.
-Usted está muy en forma. ¿Se entrena cada día?
-Empecé con la película '300', para la que tuve que entrenarme seis horas cada día con preparadores diferentes. Después no he dejado de entrenarme para interpretar mis personajes y ahora me entreno al menos una hora diaria. Cuando no ruedo, descanso. Me voy de vacaciones y me siento como que los dioses del olimpo me abandonan porque mi estomago crece y crece (risas).
-¿Cree que el fútbol conecta con el público norteamericano?
-Sí, sí lo creo. El fútbol en esta película es el marco donde se desarrolla la acción, pero el corazón es el romance entre los protagonistas. Una vez que te metes en la historia descubres que es en realidad una película sobre segundas oportunidades.
-Usted es seguidor del Celtic de Glasgow. ¿Que sintió al ver a Rod Stewart llorar cuando su equipo ganó al Barcelona?
-Fueron lágrimas de alegría. Yo también lloré. Ese día estaba en Dubai y no pude ir al partido, pero organicé una cena en Dubai para verlo en la televisión, aunque yo era el único realmente interesado en el fútbol. Fue uno de los partidos mas emocionantes que he visto y una de las victorias mas importantes en la historia del Celtic porque el Barcelona es el mejor equipo del mundo y nosotros un pequeño club escocés.
-¿Qué me dice de la idea de ser un hombre mejor y más responsable?
-Me encantó esa idea. Por eso decidí rodar este filme. Estamos hablando de un tipo que ha luchado toda su vida por sus ideales y que ha sacrificado incluso a su familia. Creo que la vida de George, el protagonista del filme, es muy parecida a la de cualquier actor. Alguien que ha vivido frente a la opinión publica y que tiene que luchar más para encontrar un significado para su vida. Eso conlleva un sinfín de situaciones divertidas y George es capaz de utilizar el humor para reírse de sí mismo cuando se ve envuelto en algún que otro romance inadecuado.
-¿Despertó este filme instintos paternales en usted?
-Sí, sí. Cuando estoy con niños, especialmente si son divertidos y están bien educados, pienso en convertirme en padre. Pero ojo, cuando estoy con un niño insoportable, maleducado y caprichoso pienso 'qué bien que no soy padre' (risas).
-¿Alguna vez se ha arrepentido de terminar con alguien?
-Dios mío, claro que sí. Sí, sí. Vivo a un ritmo que salto de un error a otro. Mirando hacia atrás muchas veces he pensado que debería ser mas filosófico y aprender de mis errores. Pero por alguna razón que desconozco no lo hago (risas).
-¿Quiere decir que no le interesa madurar?
-Exactamente. Sin duda que he deseado que alguna de mis relaciones funcionara, pero hasta la fecha ninguna ha llegado a buen puerto. A mí me han roto el corazón y me arrepiento de las veces que yo haya provocado dolor pero las cosas pasan porque tienen que pasar. Me identifico con George pero hay momentos en la vida en que es mejor dejar que las relaciones terminen y hacerlo con una sonrisa.
-A los 43 años, ¿ha pensado en sentar la cabeza?
-Sabía que me lo ibas a preguntar. Ocurrirá, seguro que ocurrirá. Estoy llegando a ese momento, pero cuando lo pienso mucho, una vocecita por dentro me grita 'todavía eres joven'. Yo quiero tener hijos, de eso no tengo duda, pero ahora disfruto mucho de mi vida y me dejo llevar. -¿Es incapaz de hacer planes?
-Incapaz. Pero sé que poco a poco estoy llegando a un punto en mi vida en el que la idea de formar una familia me parece mas atractiva que antes. He dejado de ser el muchacho salvaje que fui. A veces cuando estoy solo en mi cama leyendo un libro añoro la compañía de una familia, aunque nadie crea que estoy solo en mi cama leyendo.
- Tal vez es que tenemos mala imagen de usted.
-No lo voy a negar, no soy un ángel, pero tampoco un demonio. He vivido un tipo de vida que me parecía atractiva y desde luego hay otras formas de vivir mas saludables. Cada hombre hace lo que quiere y lo importante es aceptarse cada uno tal y como es.