ROBARNOS LA ILUSIÓN
Actualizado:Mucho, muchísimo se ha escrito y escuchado durante estos últimos días sobre la situación deportiva por la que atraviesa el Cádiz. Seis jornadas sin ganar, con cinco derrotas y un empate, dan desde luego para escribir y escribir, ser repetitivo, coincidir con casi todos sobre los males que afectan al equipo e, incluso, coincidir en los remedios: fichajes. Se ha superado el primer tercio de competición y todavía no se han enganchado dos partidos consecutivos ganados, no hemos gozado de una tranquilidad meridiana para encarar las siguientes fechas del calendario, hemos sufrido reveses gordos como la derrota contra el Arroyo en Carranza, hemos tenido un césped de broma que nos tuvo tres semanas entretenidos, se ha 'disparado' a toda cabeza visible buscando el culpable de la situación: jugadores, entrenadores, director general o presidente... De todo hubo desde que empezó la pretemporada, pero nadie o casi nadie se paró a pensar que el Cádiz no es todo lo anterior. El Cádiz, por suerte, es su gente, sus aficionados, sus hinchas, esos que vienen desde todas las partes de la provincia y fuera de ella, sea sábado por la noche, domingo por la mañana o miércoles de madrugada. Son esos que se unen en peñas para juntar cánticos que hagan de Carranza algo especial, son los chavales de las Brigadas llevando la voz cantante del estadio, son esos padres con sus hijos, bufandas al cuello y abrigados hasta las orejas sufriendo con el equipo. El Cádiz son los periodistas, esos que siguen día a día la actualidad para ofrecer con todo lujo de detalles las noticias revestidas de amarillo y azul a una gran masa de personas, son los empleados del club que día a día trabajan para que este transatlántico navegue por aguas tranquilas. En definitiva, nuestro equipo es mucho más que estos jugadores que, a día de hoy, lo tienen al borde del precipicio y que, por desgracia, estamos en sus manos. Por favor, no nos robéis lo único que nos queda: la ilusión. ¡Hacedlo por nosotros!