Un desalojo sin causa

Probablemente las administraciones ahora se echaran la culpa unas a otras y ninguna asumirá el error, pero ocho familias de La Ardila tuvieron que dejar sus casas en abril de 2011 por un problema que no existe. La Junta emitió una orden de desalojo al parecer tras detectarse aluminosis (un problema en el hormigón) en el edificio. Para ello se basó en un informe municipal, en el que no consta que el motivo fuera por aluminosis tan solo que se detectaron serios problemas estructurales. Un año y medio después, la Administración autonómica vuelve a dar señales de vida con respecto al problema, tras emitir un nuevo informe que certifica que no existe aluminosis.

El problema es que los vecinos aún no saben por qué lo desalojaron y si hay peligro o no de derrumbe de las viviendas. Es precisamente lo que ahora se pretende descubrir. El concejal de Izquierda Unida, Pedro Reyes, se reunió ayer con los vecinos para explicarles que para su partido el problema de estos residentes era primordial, «nos hemos puesto manos a la obra para buscar una solución cuanto antes y depurar las oportunas responsabilidades. Como no sabíamos en qué punto estaba este asunto al entrar en la Junta, hemos solicitado un informe de dos arquitectos que certifican que no hay aluminosis».

En las próximas semanas se espera que se realicen pruebas de carga en las viviendas de modo que se pueda comprobar si son o no habitables, así como el problema que presentan. Porque grietas en las paredes y techos hay, lo que se desconoce es el riesgo real de derrumbe y la causa por la que han aparecido. «Ya se ha aprobado la partida económica y en breve se realizará las oportunas pruebas y el arreglo», dijo Pedro Reyes a unas familias que pueden perder sus viviendas por no poder pagarlas al tener que asumir otro alquiler y que incluso pensaban en alojarlas de nuevo ante la incertidumbre de su situación.