Decálogo para la autosuficiencia
Los alumnos del CRMF crean un documento para mejorar la movilidad de la ciudad y se postulan como asesores de un futuro plan contra las barreras arquitectónicas
Actualizado:«Con los contenedores actuales una persona en silla de rueda no puede tirar la basura. Hay que pisar abajo, ¿cómo lo hacemos? Tenemos que darle con la mano y con la otra intentar tirar la bolsa y al final termina encima de uno mismo». Un gesto sencillo, en el que las personas ni siquiera se percatan, pero que para Andrés Ruiz limita su capacidad de ser autosuficiente, de valerse por sí mismo. Para algo tan sencillo tiene que pedir ayuda. «No es que no sea capaz, simplemente no han pensado en nosotros, porque con los medios adecuados podemos llevar una vida como cualquier otra persona».
Este es el planteamiento por el que han elaborado un 'Decálogo de ilusiones, deseos y derechos' con puntos que van desde la mejora del transporte público a la adecuación de aceras, pasos de peatones o aseos. Un documento que los alumnos del Centro de Recuperación Física de Personas con Discapacidad Física ( CRMF ) de San Fernando, piensan trasladar al Ayuntamiento. El objetivo es mejorar la movilidad en la ciudad y por ello proponen la creación de una comisión que se encargue de crear un plan y que para hacerlo cuenten con ellos como asesores. «Porque lo hacen personas que no piensan como nosotros que no tienen nuestras limitaciones y se creen que con hacer una rampa todo está arreglado. Ahora bien, ¿cual es la inclinación? Muchas veces es más fácil subir un escalón que subir una rampa», expuso Nino Yáñez en la presentación de este texto.
«No entiendo por qué los cuartos de baño para personas con movilidad reducida tengan que ser unisex. Mucho menos que haya sitios en los que estén dentro del cuarto de baño de las mujeres y los hombres tengan que recorrerlo entero para poder acceder, como ocurre en el Centro de Congresos. En otros casos se creen que basta con poner una barandilla cuando la silla no entra ni por la puerta», aseguró Jessica Rodríguez. Más deporte adaptado, programas para la erradicación de las barreras psicológicas o un parque de aparcamiento para minusválido adecuado. «En muchos casos pintan de amarillo el aparcamiento y ya está y entre coche y coche no hay hueco para sacar la silla o solo dejan espacio en la del conductor y no en la del copiloto, por no hablar de la poca sensibilización de la gente que deja el coche y nos quita el sitio».