¿Para qué sirve jugar?
Es el medio que usa el niño para entender lo que le rodea. Le sirve para experimentar, crecer y dominar poco a poco el mundo
Actualizado:Se comienza a jugar apenas se nace. Cuando un bebé arroja su sonajero y la madre lo recoge y se lo devuelve, en ese momento, el niño se está haciendo a sí mismo preguntas importantes: "¿Puedo influir en mi entorno sin que ello tenga consecuencias calamitosas para mí? ¿Puedo renunciar temporalmente al control de mis pertenencias sin perderlas?". La respuesta de la madre a estas preguntas será buena si la satisfacción que siente ante las nuevas habilidades del bebé la impulsan a aplaudir lo que ha hecho y a garantizar su repetición. Pero la respuesta será negativa si se impacienta o se enfada y, por ende, da al bebé la impresión de que no está bien que manipule objetos.
Si se niega a devolverle el juguete, lo que aprende el niño es que la manipulación de objetos lleva a la pérdida de los mismos, tanto objetiva (el sonajero desaparece) como subjetiva (el esfuerzo no conduce a una satisfacción). El juego les ayuda a comunicarse con el otro. Es tan importante para la salud psíquica como el alimento para la del cuerpo. Tenemos que "dar de jugar" como damos de comer. Un niño feliz se lo pasa bien jugando porque así expresa lo que le sucede y le permite repetir lo que le ha impresionado. De este modo, descarga la intensidad afectiva y se adueña, en cierta medida, de la situación. (Más información en MujerHoy.com)