Ultranacionalistas israelíes queman una bandera palestina. :: REUTERS
MUNDO

Llega la hora de Abás

El saberse vencedores de antemano lleva a muchos palestinos a mantenerse al margen de las celebraciones

RAMALA. Actualizado: Guardar
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Tras una carrera política con la losa de ser el sustituto de Yaser Arafat a sus espaldas, Mahmud Abás logró en la ONU el apoyo necesario para que Palestina sea reconocida como un Estado observador no miembro. Es la aportación histórica de un presidente en horas bajas tras las últimas guerras en Gaza que han reforzado la apuesta por la resistencia armada de Hamás. Abás rechaza las armas y es defensor del diálogo, pero cansado de que las negociaciones bilaterales con Israel solo hayan servido para acelerar la construcción de asentamientos, ha llamado a las puertas de la ONU para buscar alternativas que ayuden a los palestinos a defenderse de la ocupación. El presidente abandera la solución de los dos Estados, con las fronteras de 1967 como los límites a respetar y tratará de que la comunidad internacional le apoye en la defensa de esta frontera.

La euforia por la victoria diplomática contrastó con la moderada emoción en las calles de Gaza y Cisjordania a lo largo de una jornada que los dirigentes calificaron de «histórica». El hecho de saberse ganadores de antemano debido al apoyo anunciado por decenas de países antes de la reunión y, sobre todo, el escepticismo generalizado sobre los cambios que este nuevo estatus puede traer sobre el terreno fueron los motivos principales que llevaron a muchos ciudadanos a mantenerse al margen de las celebraciones organizadas en las plazas de las principales ciudades palestinas. En Ramala la fiesta comenzó al mediodía en la plaza Yaser Arafat y se alargó hasta la intervención de Abás en Nueva York. «La prioridad nada más regresar el presidente será comenzar con el proceso de reconciliación nacional», apuntaba la portavoz del Gobierno, Nour Odeh, que destacaba la importancia de que «la única bandera que se ve hoy es la palestina, no es momento de enarbolar banderas de las facciones, esto es una victoria de todos». Discurso similar al defendido por Hamás tras la ofensiva israelí contra Gaza.

Reconciliación

Políticos de las distintas facciones subieron al escenario para mostrar su respaldo a la iniciativa del presidente, entre ellos representantes de Hamás, Yihad Islámica y el Frente Popular, tres grupos opositores perseguidos en Cisjordania y que tienen cientos de dirigentes y simpatizantes en las cárceles de la Autoridad Palestina e Israel. «Yo no pienso ir. La ONU ha realizado decenas de resoluciones sobre Israel, pero no tiene poder para que cumplan. Lo único positivo es que Abás se ha dado cuenta por fin de que no sirve de nada la negociación bilateral», confesaba Ayman Daraghmeh, parlamentario de Hamás en Cisjordania que se mostraba «muy cauto» sobre la reconciliación y matizaba que «es distinto lo que dicen los líderes de lo que opina el movimiento».

El 29 de noviembre volverá a quedar grabado en la historia de este conflicto. 65 años después de que la ONU aprobara la resolución 181 que dividía Palestina en dos estados, uno árabe y otro judío, la Asamblea General dio luz verde a los planes de Mahmud Abás, que regresará a su tierra y será recibido como un héroe.