Egipto mantendrá la 'sharia' como principal fuente de legislación
Aumenta la tensión entre los salafistas radicales y los liberales en la Asamblea | La decisión se someterá a referéndum popular
EL CAIROActualizado:La comisión constituyente egipcia, dominada por los islamistas, ha decidido conservar la referencia a los "principios" de la sharia, la ley islámica, en la futura Constitución del país, una formulación que figuraba ya en la Carta Magna de la época de Hosni Mubarak. El artículo 2 del proyecto de Constitución prevé que los "principios de la sharia" constituyan la "principal fuente de la legislación", una formulación bastante consensuada en Egipto, que significa que la ley islámica no es la única fuente de la legislación.
Los fundamentalistas salafistas deseaban que la referencia a la sharia fuera más exigente. En cambio, numerosos liberales así como la Iglesia Copta ortodoxa, que representa entre el 6% y el 10% de la población, insistían en que no había que ir más allá de la formulación de la constitución anterior.
La cuestión ha sido objeto de una prolongada disputa entre los salafistas radicales y los liberales en la Asamblea, que votará cada uno de los 234 artículos del borrador antes de remitírselo al presidente, Mohamed Mursi, para su aprobación. La comisión ha comenzado hoy a votar el proyecto de nueva Constitución, que estaba bloqueado desde hacía varias semanas, debido a las divergencias entre islamistas y no islamistas. Después de ello, Mursi deberá someterla a referéndum popular.
Mujer y libertades
La nueva Constitución debe reemplazar a la que estuvo vigente hasta la caída de Hosni Mubarak, derrocado en 2011 por una revuelta popular. La votación sobre la Constitución se produce en momentos en que Egipto atraviesa su peor crisis política desde la elección de Mursi en junio pasado. Un decreto presidencial publicado el 22 de noviembre pasado por el cual Mursi ampliaba sus poderes desencadenó la crisis. La adopción expeditiva de la Constitución permitiría a Mursi terminar con ese expediente pero también podría provocar una rebelión de sus opositores.
Los principales enfrentamientos tienen que ver con la 'sharia', la ley islámica, en la legislación egipcia, la condición de la mujer y algunas libertades públicas. Los anti Mursi, que ocupan la Plaza Tahrir de El Cairo desde hace una semana denuncian un procedimiento precipitado que agrava las tensiones. "No es lógico comenzar a votar cuando el país se encuentra tan dividido", afirmaba un manifestante, Abdel Nasser Zidane. "Los Hermanos Musulmanes hacen su propia constitución, no la de Egipto", dijo por su lado otro manifestante, Tamer Harby, 30 años.
Los poderes reforzados de Mursi deben cesar, en principio, cuando se apruebe la nueva Constitución. Mursi debe pronunciar el jueves un discurso televisivo para explicar su posición, según el diario gubernamental Al Ahram.
Siguen las protestas
Desde hace varios días, Egipto está sacudido por manifestaciones masivas, salpicadas de violencia que han dejado un balance de tres muertos y centenas de heridos. Algunos opositores llamaron a una nueva manifestación anti Mursi el viernes en la Plaza Tahrir, símbolo de la revuelta anti Mubarak. Por su parte, los islamistas llamaron a manifestar el sábado en apoyo a Mursi.
El decreto de Mursi, que prohíbe a los jueces examinar los recursos contra las decisiones presidenciales, provocó numerosas protestas en el mundo judicial egipcio. Los partidarios del presidente egipcio sostienen que la ampliación de poderes de Mursi apunta a sacar del estancamiento un proceso de transición caótico casi dos años después de la caída de Mubarak.
"Estamos aprendiendo. Aprendemos a ser libres. Nunca habíamos conocido eso antes", declaró Mursi en una entrevista concedida al semanario estadounidense Time Magazine. "Aprendemos a debatir. A tener opiniones diferentes. A ser mayoría o minoría", agregó el presidente egipcio, que rechazó las acusaciones de "nuevo faraón" lanzadas por sus adversarios que denuncian una deriva "dictatorial" del poder.