Economia

Blesa destaca su labor en Caja Madrid y defiende el papel de la banca en el 'boom' del ladrillo

MADRID. Actualizado: Guardar
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Miguel Blesa defendió ayer su gestión al frente de Caja Madrid, entidad que presidió entre 1996 y enero de 2010 y que posteriormente se fusionó con otras seis cajas para dar lugar a Bankia. Blesa -que ha comparecido ante la Comisión de Economía y Competitividad del Congreso que analiza las causas de la crisis bancaria- enumeró los «logros» de su mandato, resumidos en «el crecimiento de la entidad, su expansión geográfica y la diversificación del negocio». Defendió además el papel de la banca en general en el crecimiento de la burbuja inmobiliaria, la concesión de créditos masivos o la colocación de preferentes.

«La construcción representaba en España un 18% del PIB. Es imposible separar la actividad económica de la banca, van siempre unidas, para lo bueno y lo malo. ¿Qué hubiera sido para Caja Madrid y otras entidades si no hubieran acompañado con financiación ese 'boom' inmobiliario?», se preguntó. En cuanto a la concesión de créditos, enfatizó que «no se daban a ciegas» y recordó que «era muy difícil pronosticar el tsunami financiero que se venía encima».

Salvo el PP, el resto de partidos presentes en la Comisión reprocharon a Blesa la responsabilidad de la caja en la popularización de las acciones preferentes. El exbanquero remarcó que se trata de un producto «legal» que ofreció altas rentabilidades (de hasta el 7%) a sus clientes y que «hasta que las cosas empezaron a torcerse no hubo ningún problema». Blesa rechazó la idea de que los bancos se hayan aprovechado de los desconocimientos financieros de muchos ciudadanos para colocarles este tipo de productos, y se quejó de que en España «no leemos la letra pequeña».

La guerra de la CCM

También compareció ante la Comisión Juan Pedro Hernández Moltó, presidente de Caja Castilla La Mancha (CCM), la primera entidad financiera intervenida en España. Moltó -que estuvo al frente de la caja entre 1999 y 2008- culpó al PP del hundimiento de la caja. Según su versión, los populares difundieron «en un pequeño pueblo de Toledo -Los Yébenes-» el rumor que aseguraba «la quiebra cierta» de la caja.

A partir de ese rumor -que enmarcó en una «campaña del PP»-, el «pánico» se adueñó de los clientes, que comenzaron a retirar sus fondos de la caja, que pasó de ser una entidad «en crecimiento, saneamiento y consolidación progresiva» a registrar una pérdidas de unos 3.000 millones de euros.