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Economia

El Eurogrupo ultima ampliar el segundo rescate para aliviar la deuda griega

El FMI exige a los socios una solución definitiva que implique una quita en los préstamos concedidos a Atenas desde 2010

IÑAKI CASTRO CORRESPONSAL
BRUSELAS.Actualizado:

El Eurogrupo encarrila las negociaciones para ofrecer una solución duradera a Grecia. Los 17 ministros de Economía del bloque remataban ayer los últimos flecos de un acuerdo que supone una ampliación del segundo rescate del país. En su tercera cita en menos de un mes, los socios consensuaron un paquete de medidas concebido para reducir la asfixiante deuda helena en el horizonte de 2020. Atenas dispondrá de más dinero para recomprar sus títulos soberanos a los inversores, gozará de una rebaja de intereses en los préstamos asociados a su salvavidas y hasta podría ver condonados parte de los créditos en los próximos años.

El club de la moneda única acompañó sus decisiones a largo plazo de un balón de oxígeno crucial para las arcas helenas. Tras meses de retraso, los Diecisiete tenían previsto desbloquear 44.000 millones en ayudas enmarcadas en el segundo rescate. Esta espectacular cantidad quedó congelada el pasado junio ante la parálisis provocada por la doble cita electoral que se necesitó para elegir como primer ministro a Antonis Samaras. Los fondos, destinados en su mayoría a la recapitalización de la banca, llegarán a Atenas después de que el país haya cumplido con la última ronda de ajustes exigidos. Acosado por la falta de liquidez, el Ejecutivo se ha visto obligado a aplazar gastos en Sanidad y Bienestar Social para poder hacer frente al pago de las pensiones.

Los ministros de Finanzas desembarcaron en Bruselas con buena parte de los deberes hechos. Con el fiasco del pasado martes bien presente, el Eurogrupo celebró el sábado una teleconferencia para desbrozar el camino hacia el acuerdo. Aunque la semana pasada se pensaba que no habría más retrasos, los ministros fueron incapaces de cerrar un pacto pese a que su encuentro terminó a las cinco de la mañana. El comisario de Economía, Olli Rehn, confirmó a su llegada a la cita de ayer que las diferencias se había limado. Por ello, pidió a los socios que no se relajaran y cubrieran el «último centímentro» hasta la meta. «Debemos acabar con la incertidumbre que todavía planea sobre Grecia», agregó.

Intereses a la mitad

En un nuevo ejercicio de ingeniería económica, los Diecisiete manejaban distintas alternativas para rebajar la deuda helena por debajo del 120%, el umbral considerado sostenible por los expertos. Según las últimas predicciones, el pasivo del país alcanzará los 346.000 millones el año próximo, lo que equivale al 190% del PIB. El objetivo es que este porcentaje vaya reduciéndose progresivamente a lo largo de toda la década. Con los años 2020 y 2022 como tope, los socios barajaban de entrada una reducción de los intereses en los préstamos del primer rescate. Situados en el 1,5%, se estudiaba hasta dejarlos en menos de la mitad, aunque Alemania presionaba para que no se fuera excesivamente generoso.

La segunda opción del Eurogrupo afectaba al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el mecanismo de auxilio provisional utilizado en el segundo rescate heleno. En este caso, la decisión más probable pasaba por aplazar 10 años el pago de intereses, aunque también se empujaba para extender en 10.000 millones el salvavidas. Este dinero se utilizaría para que Atenas recomprara los títulos emitidos en los últimos años y pudiera rebajar así el montante total de su deuda. Al parecer, Angela Merkel aludió a esta posibilidad la semana pasada, aunque no quedó claro si se emplearía la cantidad al completo. Hasta ahora, los socios han comprometido 240.000 millones en ayudas al país.

Marco jurídico

La gran incógnita era si el paquete de medidas sería suficiente para convencer al FMI. Presionado por los países emergentes, que siempre se han mostrado muy críticos con la ayuda a un país rico, el organismo monetario ha apretado mucho en la recta final de las negociaciones. La directora de la entidad, Christine Lagarde, insistió antes de la cita en la importancia de que se lograra una solución «creíble» para Grecia. A juicio del organismo con sede en Washington, esta premisa solo se cumpliría si la Eurozona acepta un quita en los préstamos concedidos desde 2010. Siguiendo su tesis, los socios deberían asumir pérdidas en sus créditos al igual que hicieron los inversores privados a principios de año.

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, subrayó que las intenciones del FMI chocaban contra un muro jurídico. «Hace una semana, todos los países ya dijeron que sus respectivas bases legales les impiden aceptar una quita», remarcó. Pese al rechazo del conjunto de la zona euro, el BCE parece que secunda al Fondo en su propuesta. Según el semanario 'Der Spiegel', el banco central considera que los países tendrían que aceptar unas pérdidas radicales de hasta el 50% para que la deuda helena sea sostenible. Aplicado a España, un tajo de este tipo significaría la pérdida de la mitad de los 25.000 millones reservados para ayudar al país.

Ante lo alejado de las posiciones, el Eurogrupo empezó a plantearse una solución a medio camino. Inspirada en una idea del Bundesbank, se trataría de dejar para más adelante -en torno a 2016- una posible quita. Este escenario, sin embargo, solo sería factible si para entonces Atenas ha cumplido con todos los ajustes. La decisión final quedará en manos del FMI, que podría abandonar el rescate heleno en caso de que no se respete su riguroso punto de vista. El Fondo solo aporta un tercio del dinero, pero su retirada supondría un fuerte revés para la credibilidad de la moneda única.