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Un soldado bangladesí camina entre hileras de máquinas de coser, en una de las plantas de la factoría siniestrada. :: AFP
MUNDO

Ropa barata a cambio de 150 vidas

El incendio en una fábrica de Bangladesh evidencia las pésimas condiciones que sufren los trabajadores textiles en Asia

ZIGOR ALDAMA
SIEM REAP.Actualizado:

Las fábricas de Bangladesh son siempre un infierno, pero algunos días más que otros. El del sábado por la noche se recordará como uno de los peores. Porque hasta 150 personas podrían haber muerto en el incendio del edificio de nueve plantas que albergaba la producción textil de Tazreen Fashion, una empresa que fabrica prendas para marcas internacionales como C&A en el cinturón industrial de Ashulia, a unos 30 kilómetros de la capital del país, Dacca.

Según los primeros informes, el fuego comenzó la noche del sábado en la planta baja por culpa de un cortocircuito o de la explosión de un transformador, y los empleados de los pisos superiores, en su mayoría mujeres, quedaron atrapados. Las deficientes medidas de seguridad y la concentración no autorizada de material inflamable -productos químicos, según diferentes fuentes- convirtieron el drama en tragedia.

«Sin electricidad, lo único que se veía eran las llamas. Y lo realmente estremecedor eran los gritos de quienes estaban dentro», relataba ayer una testigo, Rahima Begum, al diario bengalí 'The Daily Star'. Muchas personas murieron al tratar de escapar del incendio saltando por la ventana, y a otros los devoró el fuego. «No he tenido una experiencia tan horrible en mis 40 años aquí», reconoció la jefa de la Unidad de Quemados del Hospital Medical College de Dacca, Shamanta Lal Sen. De hecho, costará identificar muchos de los cadáveres.

Anoche, los equipos de rescate habían contabilizado 120 muertos y más de 200 heridos, muchos de ellos graves. Sin embargo, diferentes medios de comunicación locales elevan la cifra de fallecidos hasta los 150. «Pueden ser muchos más», aseguró el director del cuerpo de bomberos, Mohammad Shahidullah, que ahora tendrá que hacer frente a las duras críticas recibidas por lo que se considera lentitud en la respuesta. Prueba de ello fue que los primeros efectivos tardaron media hora en llegar, y el incendio no estuvo bajo control hasta las 6.00 horas de ayer, casi doce horas después de iniciarse. «La zona está llena de callejuelas muy estrechas que dificultan el paso y el fuego era muy complejo», se defendió Shahidullah.

Una tragedia recurrente

En cualquier caso, la tragedia de la fábrica de Tazreen no sorprende a nadie. Desde 2006 han muerto unos 500 trabajadores en incendios similares. Las exportaciones del textil suponen un 80% del total del país -unos 19.000 millones de dólares (14,6 millones de euros) que lo convierten en el segundo exportador mundial-, y el sector emplea a cientos de miles de personas -el 40% de la mano de obra industrial- en unas 4.500 fábricas. En gran medida, el crecimiento económico de Bangladesh depende de las compras que hacen las grandes multinacionales de la moda, pero eso no ha supuesto una mejora importante de las condiciones laborales. Los sueldos son míseros -en julio de 2010, tras violentos enfrentamientos, se elevó el salario mínimo hasta el equivalente a 31 euros-, y las organizaciones sindicales denuncian constantes abusos y falta de medidas de seguridad.

«Los edificios no cuentan con extintores ni con la ventilación adecuada, el material se almacena de cualquier manera y las instalaciones eléctricas son viejas y chapuceras», contó a este periódico la presidenta de la Federación Textil Sommilito Nazma Akter. Por si fuera poco, las vidas salen baratas: la empresa pagará apenas 100.000 takas a las familias de las víctimas, poco más de mil euros.