Urdangarin visita al Rey por sorpresa
La Reina y las infantas acompañaron al duque, no así los Príncipes de Asturias que evitaron fotografiarse con su cuñado Es el primer encuentro público entre ambos desde el inicio del 'caso Nóos'
MADRID. Actualizado: GuardarFue una sorpresa mayúscula, incluso para el personal del Hospital Quirón San José de Madrid, donde el Rey se recupera de su última intervención de cadera. Todo el mundo aguardaba la visita de la Reina, pero lo que nadie esperaba es que doña Sofía apareciera en la clínica acompañada de sus hijas Elena y Cristina, de su nieto Juan Valentín... e Iñaki Urdangarin, que conducía el monovolumen en el que llegó la Familia Real sobre las tres de la tarde.
Con aspecto muy demacrado, vestido de sport y con una sonrisa forzada, el duque del Palma y el resto de la comitiva fueron recibidos en la puerta de la clínica por el jefe de la Casa del Rey, Rafael Spottorno, el mismo que el pasado diciembre fue el encargado de anunciar que la Zarzuela apartaba a Urdangarin de la agenda oficial de la Familia Real por su «comportamiento no ejemplar».
Desde entonces, al menos no ha trascendido, don Juan Carlos y Urdangarin no se habían visto cara a cara. La de ayer es la primera aparición del marido de la infanta Cristina en una actividad relacionada con la Familia Real desde que participara en los actos de la Fiesta Nacional del 12 de octubre de 2011. Un mes después, estalló el 'caso Nóos' y a finales de año el yerno del Rey era imputado por el juez por la presunta apropiación, junto a su socio, de unos seis millones procedentes de los Gobiernos balear y valenciano.
Nadie duda de que la visita no fue una sorpresa para el Rey, que sin duda autorizó expresamente que Urdangarin acudiera a la clínica. El jefe del Estado ha querido hacer patente que la separación del duque de la agenda de la Casa Real no lleva aparejada su exclusión de la vida del núcleo familiar, sobre todo después de que los duques de Palma y sus hijos volvieran en agosto a residir en España, una vez que Urdangarin dejó su trabajo para Telefónica en Washington. De hecho sigue siendo miembro de la Familia Real.
Semana clave
Se da además la circunstancia que la reaparición pública del expresidente de Nóos se produce la misma semana en la que la Fiscalía Anticorrupción ha reclamado para Urdangarin y su exsocio, Diego Torres, una fianza de casi 8,2 millones de euros en concepto de responsabilidad civil, que podría suponer el embargo de buena parte de sus bienes.
La Reina y la infanta Elena no han ocultado nunca su apoyo expreso a los duques de Palma. El año pasado doña Sofía viajó a Washington a visitar a su hija Cristina y a su marido, y se dejó fotografiar en aquel viaje. En mayo, doña Sofía y la infanta Elena se desplazaron a Vitoria para dar el pésame a la familia Urdangarin tras el fallecimiento del padre del duque, el industrial vasco Juan María Urdangarin.
Pero la relación no parece ser tan cordial con los Príncipes de Asturias. Don Felipe y doña Letizia, que visitaron al Rey acompañados por las infantas Leonor y Sofía, evitaron dejarse fotografiar junto a Urdangarin. Aunque la Familia Real coincidió al completo durante 45 minutos en las dependencias privadas de la clínica reservadas al Rey, los príncipes de Asturias llegaron poco después de los duques de Palma y se marcharon cinco minutos después de que lo hiciera la Reina, los duques de Palma, la infanta Elena y Juan Valentín.
La de ayer es la primera vez que la Familia Real se reúne al completo en público desde el 12 de octubre del año pasado. En la Fiesta Nacional de este año, además de Urdangarin se ausentó la infanta Cristina, y Elena, aunque estuvo en el acto, no estuvo en la tribunal real.
«Hemos estado todos con él y eso le ha animado mucho», confirmó el Príncipe a su salida de la clínica San José, sin hacer mención a ningún miembro de la familia. Don Felipe se mostró contento con la evolución de su padre, del que dijo presentaba «muy buen aspecto y animado» .
La visita de la Familia Real eclipsó incluso la del propio presidente. El Rey, por la mañana, recibió a Rajoy sentado en una silla y con ganas de hablar. La visita duró más de una hora, superando casi la duración de los despachos semanales en La Zarzuela. «Hemos hablado de Medicina y de la vida misma», explicó el jefe del Ejecutivo.