El Gobierno rechaza cualquier propuesta de ETA para negociar
Los terroristas insisten en vincular la suerte de sus presos a su «desarme» y advierte de que se puede «frustrar la paz»
MADRID.Actualizado:El último comunicado de ETA no ha hecho al Gobierno moverse un ápice de su postura ya conocida. No habrá ningún tipo de negociación con los terroristas ni siquiera para forzar a que la banda decrete su fin definitivo. El Ministerio del Interior despreció el anuncio de ETA de que está dispuesta a hablar de su «desarme» a cambio de buscar una fórmula «para traer a casa a todos los presos». «Nada nuevo», según mandos de la lucha antiterrorista, que, aunque destacan que no hay indicio ninguno de que ETA se plantee retomar las armas, sí que han detectado que ha vuelto a hacer gala de un tono amenazante con la advertencia de que «hay un riesgo real de dejar sin salida el proceso» y que se puede «frustrar la paz».
Fue el ministro del Interior el encargado de dar la réplica a ETA en su tono de firmeza habitual. ¿El mensaje? Idéntico al que el Gobierno ha dado a todos los comunicados desde que el 20 de octubre del año pasado los terroristas anunciaran el cese definitivo de la violencia. «Ni hemos negociado ni vamos a negociar en absoluto con una banda terrorista», apuntó Jorge Fernández Díaz. «El único comunicado que esperamos y exigimos, y en el que trabajamos para que se produzca, es el de su disolución incondicional», abundó el ministro, quien recordó que la única respuesta que puede espera ETA del Ejecutivo son detenciones, sobre todo en el extranjero. «La UE es un espacio de libertad y democracia donde ninguna organización terrorista tiene cabida. Y eso los etarras lo saben desde hace tiempo», apostilló, sin querer comentar nada acerca del endurecido lenguaje de la banda en este último texto.
En general, la reacción al nuevo comunicado de ETA fue bastante fría. Todas las fuerzas políticas, excepto la izquierda abertzale, respondieron con la exigencia de la disolución. El presidente del PNV y futuro lehendakari, Iñigo Urkullu, apenas dedicó unas palabras al ofrecimiento de ETA durante el 117 aniversario del fallecimiento del fundador de su partido, Sabino Arana. La «consolidación del tiempo y el camino a la paz y la convivencia» no se consigue con comunicados que «no indican el final, ni en base a ruedas de prensa ni entrevistas, que mantienen posiciones anteriores» sino trabajando con discreción, explicó Urkullu.
Exigencias
Lo cierto es que el comunicado, publicado íntegramente ayer por Gara después del avance ofrecido el sábado por la web Naiz.info, no supone cambio alguno en la estrategia de la organización terrorista, que desde octubre reclama, sin éxito, sentarse con los Gobiernos de Madrid y París para negociar. La «agenda de diálogo» hecha pública por la organización se centra «exclusivamente» en lo que consideran las «consecuencias del conflicto, presos y refugiados, desarme y desmilitarización».
ETA plantea tres ejes en esas conversaciones que el Gobierno rechaza de plano: «fórmulas y plazos» para «traer a casa a todos los presos y exiliados políticos vascos»; cómo afrontar «la disolución de las estructuras armadas y de la desmovilización de los militantes de ETA»; y la «desmilitarización» del País Vasco «adecuando al final de la confrontación armada las fuerzas armadas que están en Euskal Herria».
La banda, además, introduce condiciones para ese hipotético diálogo en el que como moneda de cambio ofrece su disolución. Entre estas, que los Gobiernos español y francés «reconozcan la verdad y la responsabilidad» por «la violencia que han utilizado en la confrontación y los crímenes que han cometido». Según la banda, entre las «fuerzas del Estado» no «hay presos» a pesar de actuaron con «total impunidad». Los terroristas además tácitamente plantean la igualación de «las víctimas» de ambos lados.
Según ETA, un diálogo observando esas premisas «traería el fin definitivo de la confrontación armada». Sostiene asimismo que tanto los Ejecutivos de Madrid como de París tienen «conocimiento exacto» de la hoja de ruta hecha pública ayer por los terroristas.