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Brahim Salem, cámara del canal de televisión Al-Aqsa, uno de los objetivos de Israel. :: M. AYESTARAN
MUNDO

«Somos soldados del periodismo»

La televisión Al-Aqsa, es uno de los objetivos de Israel, que durante su última ofensiva sobre Gaza ha matado a dos de sus cámaras

M. AYESTARAN
GAZA.Actualizado:

La televisión más importante de Gaza trabaja sin logos en sus micrófonos. Sus reporteros han dejado de llevar distintivos corporativos y en sus vehículos lucen las palabras 'Press' y 'TV' como el resto de periodistas del mundo que trabajan en la Franja. «Son medidas de seguridad muy básicas, porque en el fondo sabemos que la mayor amenaza son los colaboradores que informan a Israel de nuestros movimientos», asegura Brahim Salem, cámara de 30 años de la cadena Al-Aqsa, el canal vinculado a Hamás y uno de los objetivos de Israel.

Salem no puede olvidar a los dos compañeros caídos el lunes cuando grababan la llegada de cientos de desplazados a las escuelas del centro de la ciudad. Un misil impactó contra el vehículo y murieron en el acto. Los restos del coche permanecen en plena calle. Salem trabajaba con Mohamed al-Kumi y Hussam Salama desde hace seis años, cuando empezó la aventura televisiva del grupo islamista. No fue el primer ataque contra la prensa durante la operación 'Pilar de defensa', ya que también las oficinas de la cadena Al-Quds, vinculada al movimiento de resistencia Yihad Islámica, fueron atacadas en dos ocasiones y seis de sus periodistas resultaron heridos, dos continúan graves y a uno le han amputado una pierna.

Israel les acusa de ser milicianos, no periodistas, pero Salem asegura que «somos soldados del periodismo y luchamos por defender a quien tiene razón, que es Hamás, pero no nos consideramos milicianos», trata de explicar. Israel ha destruido en dos ocasiones las oficinas centrales de la cadena, la última en 2008 durante la operación 'Plomo fundido', en la que murieron dos periodistas.

Trescientas personas trabajan en este canal, «que no es el de Hamás, es el canal de todos los palestinos», como repiten sus responsables. Y por eso denuncian siempre el hecho de que esté prohibido en Cisjordania, donde gobierna Al-Fatah, facción contraria a Hamás. En una entrevista mantenida por este enviado especial en 2009 con su director, Mohamed Thuraya, este aseguraba que es «un canal islámico, pero no exclusivamente religioso ya que la política tiene un peso muy importante». Un grupo de periodistas de la redacción se encarga cada día de seguir la prensa israelí porque «el objetivo final es ganar también al enemigo en la guerra de la información», confesaba Thuraya, que durante toda la ofensiva ha estado desaparecido y solo salió de su escondite para dar el pésame a las familias de los reporteros asesinados.

Sin sede visible y con las unidades móviles aparcadas frente al hospital Al-Shifa, durante los últimos ocho días la emisión se ha limitado a imágenes del lanzamiento de cohetes por parte de los grupos palestinos a Israel. En la parte inferior de la pantalla han colocado la foto del líder militar de Hamás, Ahmed Yabari, fallecido hace una semana.