Ruinas y jeringuillas en el Barrio Alto
IU pide al Gobierno que actúe de urgencia por el peligro para la salud de vecinos y ocupantes de la casa, ejemplo de la decadencia del centro
EL PUERTO.Actualizado:Las casas abandonadas y en estado de ruina se cuentan por decenas en el casco histórico portuense, que apenas ofrece una leve muestra del esplendor del pasado. Pero este lastre, que está mermando el potencial turístico de la ciudad, se convierte además en un problema social cuando los edificios son tomados como refugio por personas toxicómanas y sin hogar. Hace apenas un mes que un hombre fue hallado muerto en el número 72 de la calle Zarza, que pertenece a la misma persona, pero es un solar sin edificar.
El propietario del inmueble limpió y tapió la propiedad, pero no ha hecho lo mismo con el colindante, que fue visitado por los concejales del grupo municipal de Izquierda Unida tras las protestas de los vecinos de alrededor, que han denunciado varias veces la situación al Ayuntamiento, sin éxito. La concejala Pepa Conde señaló que el titular de la finca ha pedido permiso de demolición a la Consejería de Cultura, pero ésta le exige un proyecto previo que de momento no ha aportado. «Independientemente de esto, el Ayuntamiento debe actuar en lo que esté en su mano». Así, IU ha pedido por escrito a la Concejalía de Urbanismo el tapiado de la puerta principal del número 74, así como que limpie su interior y sustituya la valla de chapa que da a la calle Arzobispo Bizarrón, por otra más alta, con viguetas que refuercen su seguridad y que impidan el acceso al solar. «Esperamos que el Gobierno local, además de echar la culpa a otras administraciones, actúe en lo que esté en su mano para reducir el riesgo que padecen los vecinos».
Basuras, escombros, colchones, vidrios, jeringuillas y papeles de aluminio llenan el interior de la casa, en la que el mal olor es insoportable. En algunas estancias se advierten habitaciones improvisadas, con una colchoneta y una mesita. Otras han sido utilizadas como letrinas, con los excrementos sobre el suelo, en un ambiente de insalubridad extremo, caldo de cultivo de plagas de ratas o insectos, y de infecciones.
Cabe señalar que según la ordenanza municipal de solares, el propietario del mismo tiene la obligación de mantenerlo en buenas condiciones. El cauce a seguir por parte de la administración local es la apertura de expediente con las consiguientes sanciones, en el caso de que el dueño haga caso omiso a los requerimientos previos del Ayuntamiento. Así sucedió recientemente con la bodega de la calle Rueda, que también se convirtió en un auténtico estercolero y refugio de drogodependientes. El área de Urbanismo actuó finalmente con la limpieza y el tapiado de la misma. Del mismo modo, los izquierdistas han enviado el escrito al área de Bienestar Social a fin de que actúe con las personas que frecuentan esta casa, fundamentalmente toxicómanos y sin techo, que lo utilizan como refugio en unas condiciones de insalubridad infrahumanas. «Se ponen en peligro a sí mismos y a los vecinos, ya que en varias ocasiones se han producido conatos de incendio».