Un sofisticado y carísimo sistema para interceptar los misiles palestinos
EL CAIRO.Actualizado:Cada uno de los misiles cuesta alrededor de 30.000 euros y tiene una efectividad que ronda el 85%, una cifra que, con el gran volumen de cohetes que tiene que interceptar durante la crisis actual, se reduce, según fuentes de la industria, hasta el 75%. Pero el sofisticado y caro sistema 'Cúpula de hierro' del Ejército israelí, que ayer consiguió neutralizar un misil dirigido contra Tel Aviv, ha probado ser una herramienta eficaz, como demuestra el hecho de que solo 28 de los más de 600 cohetes que han disparado las milicias desde Gaza en los últimos días haya logrado caer en zonas pobladas.
El Ejército hebreo ha adelantado dos meses la instalación de una quinta batería de este sistema antimisiles en la zona de Tel Aviv, después de que la mayor ciudad israelí se convirtiera en blanco de los cohetes Fajr-5 lanzados por Hamás. El conflicto con Gaza se ha convertido en la mayor prueba de fuego para 'Cúpula de hierro', un programa financiado por Estados Unidos que ha costado cientos de millones de dólares y que el ministro de Defensa, Ehud Barak, quiere ampliar. El sistema, que es portátil, consta de tres partes: un radar que detecta el proyectil, un camión desde donde se analiza la amenaza y se decide interceptar o ignorar el misil, y una lanzadera desde la que se disparan los misiles que harán explotar en el aire el proyectil enemigo.
Preocupación hebrea
El proyecto se empezó a idear durante la guerra de 2006 contra Hezbolá, se probó por primera vez en 2010 y se instaló en abril del año pasado. Hasta ahora había interceptado principalmente misiles de corto alcance tipo Katiusha, pero ayer demostró que también puede ser efectivo con los de mayor longitud. Israel se ha mostrado especialmente preocupado por los arsenales que Hamás parece albergar de estos cohetes de fabricación iraní y que también se han nutrido de las armas de Gadafi que «desaparecieron» durante la guerra de Libia.
Según el centro de análisis Stratford, Israel conocía desde hace tiempo que el grupo islamista contaba con capacidad para alcanzar el centro del país, por lo que el pasado 23 de octubre bombardeó un arsenal a las afueras de Jartúm, en Sudán, que se cree que servía de almacén y posiblemente de fábrica de ensamblaje de misiles iraníes Fajr-5, que tienen un alcance de hasta 75 kilómetros. Los cohetes habrían entrado a Gaza a través de los túneles que unen la franja con el Sinaí, en Egipto.