Un grupo de egipcios observan el lugar del siniestro. :: AFP
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La muerte de 49 niños en un accidente conmociona a Egipto

El autobús escolar en el que viajaban se saltó un paso a nivel y chocó contra un tren a las afueras de Asiut

EL CAIRO. Actualizado: Guardar
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En un país acostumbrado a las tragedias ferroviarias, la de ayer, en la que murieron 52 personas, conmocionó más aún si cabe a la sociedad egipcia por la naturaleza de sus víctimas: 49 eran niños menores de 8 años. Los indicios apuntan a que el autobús escolar en el que viajaban por el sur del país se saltó un paso a nivel y fue arrollado por un tren que circulaba a plena velocidad, arrastrando al vehículo a lo largo de más de un kilómetro.

Los testigos describían escenas dantescas desde el lugar del accidente. Imágenes grabadas por ciudadanos y medios locales mostraban cómo vecinos y familiares de los niños recogían restos humanos de entre las vías, salpicadas de libros y zapatos de los pequeños, y utilizaban las propias carteras de los escolares para guardarlos. Restos de sangre manchaban todo el frontal de la locomotora, mientras que el autobús había quedado reducido a un amasijo de hierros. La mayoría de los fallecidos son niños de entre 4 y 8 años. En el accidente, que se produjo junto al pueblo de Mandara, a las afueras de la ciudad de Asiut -a unos 400 kilómetros al sur de El Cairo-, también murió el conductor del autobús y dos cuidadoras.

Habrá que esperar a los resultados de la investigación iniciada por la Fiscalía para conocer las causas del accidente. Pero ayer los testigos apuntaban a que el conductor se saltó el paso a nivel y fue arrollado mientras cruzaba las vías. «Nos han contado que las barreras estaban abiertas cuando el autobús ha cruzado las vías y el tren ha chocado con él», relataba a la agencia Reuters el doctor Mohamed Samir en el hospital de Asiut, al que fueron trasladados los 18 heridos graves. La violencia del impacto fue tal que el autobús fue arrastrado a lo largo de más de un kilómetro. Según informó el gobernador de la provincia, Yaha Keshk, el funcionario que debía estar vigilando la barrera del paso a nivel se había dormido. Este hombre fue detenido.

Dimite el ministro

El primer ministro egipcio, Hisham Qandil, viajó a Asiut para dar el pésame a las familias, muchas de las cuales habían cortado la carretera cercana a las vías con neumáticos ardiendo y pedían a gritos la ejecución de los responsables. Poco después del accidente, tanto el ministro de Transportes, Mohamed Rashad al-Metini, como el jefe de la Empresa Nacional de Ferrocarriles, Mustafa Qanaui, presentaban su dimisión, que era aceptada por el presidente a primera hora de la tarde. Mohamed Mursi aseguró que se iniciaría una investigación y prometió compensar a las familias de las víctimas.

Los accidente de tráfico y ferroviarios son comunes en Egipto, y ayer mismo otras 12 personas morían en otro choque entre un camión y un microbús cerca de Guiza. La absoluta falta de civismo y de educación vial de los conductores, además de la mala señalización y pésimo estado de las carreteras, se cobran cada año más de 7.000 víctimas mortales. La red ferroviaria también está anticuada.