CAMBIO DE PAPELES EN IBEROAMÉRICA
Actualizado:Crisis. Esta fue la palabra más pronunciada por los jefes de Estado y de Gobierno iberoamericanos a lo largo de los dos días durante los que se ha desarrollado la Cumbre de Cádiz. El panorama a un lado y otro del Atlántico ha cambiado, y mucho, reconocen, desde que hace 21 años se celebró en la ciudad mexicana de Guadalajara la primera reunión de los líderes de los países latinoamericanos. España, aupada entonces económicamente por el flujo de dinero proveniente de la Unión Europea, ha dejado ahora de ser el 'primo rico' del continente sudamericano.
Las cifras hablan por sí solas. Mientras que el área de América Latina crece a una media del 3% anual, con algunos países incluso en cifras de dos dígitos, la economía española se contraerá en 2012 un 1,5%, según avanzan las previsiones del Fondo Monetario Internacional. A ello se suma la consolidación de Brasil como sexta potencia mundial y el empuje de Argentina y México, naciones que cuentan ya con voz propia en el G-20.
Los 15.000 millones de euros destinados por España a proyectos de cooperación en Iberoamérica a lo largo de los últimos diez años son cosa del pasado. El Gobierno reconoce de forma pública la imposibilidad de mantener ese esfuerzo. Es más, ahora reclama ayuda. «Si América Latina es una oportunidad para Europa, nosotros también lo somos para ustedes», afirmó el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ante los otros 16 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Cádiz. Rajoy fue aún más allá en su ofrecimiento. «No necesito decirles que la inversión latinoamericana es acogida con los brazos abiertos. Y sus empresas encontrarán un terreno fértil para la creación de riqueza en beneficios de todos», declaró. Las condiciones para fortalecer la relación económica son fuertes, resaltó el presidente. Para ello se fundamentó en los 115.000 millones de euros invertidos por España en el continente a lo largo de la última década, 7.000 de ellos en 2011 a pesar de la más que difícil coyuntura económica.
Seguridad jurídica
El discurso de Rajoy ante el resto de mandatarios iberoamericanos no obvió la expropiación de YPF por parte del Gobierno argentino. En su llamamiento a las empresas latinoamericanas a invertir en España, el jefe del Ejecutivo alabó «el marco de seguridad jurídica existente en Europa» que impide acciones como la efectuada por Argentina contra los intereses de Repsol. «Todos coincidimos en que ha de ser un valor compartido y respetado en ambas regiones», apuntó, para añadir a continuación que «la inversión es crecimiento y empleo, la seguridad jurídica es su nutriente y el incremento de la renta es su fruto».
La declaración final de la Cumbre alude a este respecto. Según han pactado los 21 países firmantes por unanimidad, incluido Argentina, la Comunidad Iberoamericana aboga por «fortalecer reglas claras, estables y previsibles que ayuden a promover las inversiones productivas nacionales y extranjeras, de acuerdo con las leyes de cada país».
Críticas de Rousseff
Pese a que la recesión ha tocado de refilón a América Latina, los mandatarios suramericanos expresaron su temor a que la indecisión de Europa a la hora de atajar la crisis de deuda acabe por afectarles también a ellos. El miedo no es infundado. La Unión Europea en general, y España en particular, son junto a junto a EE UU los principales inversores en el continente.
La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aprovechó el turno de palabra ante sus homólogos iberoamericanos para realizar una encendida crítica a las políticas de recorte de gasto de las que ha hecho bandera la UE. Hubo momentos, incluso, en los que pareció que la mandataria de la primera potencia iberoamericana abroncaba a los gobernantes español y portugués, y, por extensión, al resto de europeos que siguen a rajatabla los dictados económicos de Berlín. En su declaración en defensa de los estímulos financieros para incentivar el crecimiento, Rousseff alertó de cómo la aplicación de políticas de austeridad sometió en el pasado a su país a «enormes sacrificios». «Sabemos que los impactos de la crisis son diferentes entre los países, y que las respuestas también tienen sus diferencias, y que producen consecuencias diferenciadas. El equívoco es pensar que la consolidación fiscal colectiva, simultánea y acelerada sea benéfica y resulte en una solución efectiva», dijo la presidenta brasileña, en referencia a la estrictas medidas de reducción del déficit impuestas desde Bruselas a los socios de la UE.
También se mostró preocupado por la situación económica de la Península Ibérica el presidente ecuatoriano, Rafael Correa. Según manifestó, «la crisis en la que está sumido el mundo occidental y que afecta con especial crudeza al sur de Europa ha puesto en evidencia que la receta neoliberal de siempre no ofrece una salida».
Renovación
Los jefes de Estado y de Gobierno acordaron la elección del expresidente chileño Ricardo Lagos para encabezar la comisión que deberá analizar la reforma del actual mecanismo de Cumbres, que ya se ha decidido que pasen a ser bienales a partir de 2013. Con respecto a la utilidad de estas citas, durante la sesión plenaria destacaron las palabras del ministro cubano de Asuntos Exteriores, Bruno Rodríguez, quien recalcó que «las Cumbres anuales no parecen ser ya necesarias, como tampoco muestran serlo las múltiples y frecuentes reuniones sectoriales, de resultados limitados».
Tal y como rezaba el lema escogido para esta edición, el objetivo marcado a partir de Cádiz es el de establecer una «relación renovada», en la que España ya no ocupe el papel central de los últimos 20 años, mientras que las potencias emergentes como Brasil, Argentina, México o Perú deberán asumir sus responsabilidades como motor de la Comunidad Iberoamericana.