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ESPAÑA

Aznar revela que eligió a Rajoy tras el doble rechazo de Rato

El expresidente asegura en sus memorias que Bush, Blair, Putin y Chirac le pidieron que continuara en 2004, su «decisión más dificíl»

R. C.
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El expresidente del Gobierno José María Aznar revela en sus memorias, que se presentarán el próximo 26 de noviembre, que el exministro Rodrigo Rato era el hombre elegido para sustituirle al frente del Partido Popular tras anunciar su marcha. Sin embargo, éste lo rechazó en dos ocasiones aunque luego cambio de opinión.

«Tu me has dicho dos veces que no», le dijo Aznar a Rato. Y éste respondió en el verano de 2003: «Pero ahora te digo que sí». Entonces «no le contesté nada. Solo tomé nota», cuenta el expresidente en el primer tomo de sus memorias, a cuyos primeros extractos ha tenido acceso la agencia Efe.

El rechazo de Rato, expresidentes del FMI y de Bankia, se produjo entre los años 2000 y 2002 por cuestiones personales, y no fue hasta noviembre de ese año cuando Aznar tomó la decisión de que su sustituto sería Mariano Rajoy. A este lo citó en su despacho el 29 de agosto de 2003. Rajoy le dijo: «Presidente, prefiero que no me digas lo que intuyo que me vas a decir», y, a continuación, le agradeció que le hubiera hecho cinco veces ministro y vicepresidente del Gobierno y Aznar cuenta que le contestó: «Gracias, pero te lo voy a decir. Creo que tú eres la persona adecuada».

Fue una decisión, explica el expresidente, que tomó con un único criterio: «El interés de España», y que no desveló a nadie aunque tuvo ocasiones para hacerlo.

El rey y el cuaderno azul

Una de ellas tuvo lugar en un viaje a la República Dominicana. Hubo una avería «muy seria» en el vuelo para asistir a la XII Cumbre Iberoamericana y llamó al Rey para decirle que, «si ocurría algo», en la cartera llevaba un cuaderno azul en el que estaba apuntado el nombre de la persona que, a su juicio, «debía hacerse cargo de la situación». «No le dije nada más. Como si fuese fácil encontrar los restos de un cuaderno azul en un avión siniestrado», apostilla.

A los otros dos candidatos, Rodrigo Rato y Jaime Mayor Oreja, les expresó su aprecio y gratitud y les transmitió que en su decisión no pensó en nada más que en intentar servir al interés general de España.

Según Aznar, ambos aceptaron y señalaron que colaborarían con Rajoy, aunque su respuesta «llevaba aparejada una cierta resignación», sobre todo en el caso de Rato, que tuvo que rehacer sus planes, centrando todos sus esfuerzos en el FMI, un puesto para el que Aznar pidió ayuda a su amigo Bush, Chirac, Blair, Putin y Gerhard Schroeder, los mismos que le llamaron para decirle que no se fuera, que repitiera su tercer mandato, «mi decisión más difícil», señala.

«Quizás por eso me costó comprender la posterior reacción de Rodrigo. Yo era consciente de su decepción ante el desenlace de la sucesión y sabía que, después de tantos años de amistad, nuestra relación ya no sería la misma. Sin embargo, no esperaba que Rodrigo pusiese una distancia tan grande desde tan pronto», añade.

Explica que la constatación de que se había abierto una «brecha» fue con motivo de la primera visita que Rato realizó a España como director gerente del FMI y en la que citó a una amplia representación del mundo político y económico español. «A mi no me llamó», lamenta Aznar.

Sobre la lucha contra ETA y las reunión de Suiza dice que para el PP fue una «prueba política y personal muy dura».