Egipto se compromete con Gaza
El primer ministro Hisham Qandil visita hoy la franja en medio de la peor ofensiva de los últimos años, que ayer dejó 18 muertos
EL CAIRO.Actualizado:La peor ofensiva de los últimos cuatro años en Gaza empieza a tener ramificaciones que pueden alterar los delicados equilibrios de la región. Mientras que ayer el fuego cruzado entre Israel y las milicias de la Franja alcanzaba nuevos niveles -15 víctimas palestinas, 3 israelíes y cientos de misiles lanzados en ambas direcciones, dos de los cuales impactaron cerca de Tel Aviv-, Egipto anunciaba que su primer ministro, Hisham Qandil, visitará hoy este territorio palestino. La decisión refleja hasta qué punto ha cambiado el tablero de juego en la región, donde la opinión pública árabe cuenta con nuevas cartas políticas.
Ayer fue un día de grandes amenazas y advertencias, que hacen prever que la crisis no tendrá un final cercano, especialmente después de conocerse que Israel ponía en marcha la siguiente fase de la operación militar sobre la franja y que autorizaba la movilización de 30.000 soldados en la reserva. El Estado hebreo ya no descarta la invasión por tierra de Gaza, y su primer ministro dejó claro que llevarán a cabo «cualquier acción que resulte necesaria para defender a su población», dijo Benyamín Netanyahu. Los mensajes desde Hamás tampoco llamaban a la calma. «Israel tiene los días contados -dijo el líder de Hamás, Jaled Meshal, desde Jartum- y la lucha debe continuar con inteligencia y determinación».
Egipto también ha endurecido el lenguaje y, por primera vez en muchos años, la reacción. El presidente Mohamed Mursi ha llamado a consultas a su embajador en Tel Aviv, ha abierto la frontera con Gaza para que se pueda evacuar a heridos (durante la última guerra, su antecesor, Hosni Mubarak, la mantuvo cerrada) y ha lanzado un auténtico órdago a Israel al mandar a Qandil y a varios asesores presidenciales a la franja.
Cohetes sobre Tel Aviv
Mursi quiere templar gaitas entre los dos bandos, pero también demostrar a los egipcios y al mundo árabe que no va a ser otro Mubarak. La visita del primer ministro egipcio a Gaza, la primera desde que Hamás controla la franja, es una muestra de la nueva política exterior «más independiente» que ya prometió el mandatario. Los Hermanos Musulmanes, de los que proceden tanto el Gobierno egipcio como Hamás, también están ejerciendo una gran presión sobre el presidente, y hoy han llamado a manifestarse en la plaza Tahrir.
Con el asesinato selectivo del jefe del brazo armado de Hamás, Ahmed Yabari, el pasado miércoles, Israel ha puesto en marcha la operación 'Pilar de defensa', que ayer había alcanzado ya más de 250 objetivos en la franja. Según el Ejército hebreo solo se busca impactar sobre objetivos militares e instalaciones de Hamás, pero los bombardeos han matado ya a 15 personas, nueve de ellos civiles, entre los que se encuentran dos niños y una mujer embarazada.
La respuesta de las milicias de Gaza tampoco está siendo moderada. Uno de los más de 275 cohetes que fueron disparados ayer desde Gaza hacia Israel impactó en una vivienda de la localidad de Kiriat Malaji y mató a tres personas. Sin embargo, a ojos de Israel la línea roja se traspasó ayer cuando dos misiles -probablemente de fabricación iraní- impactaron sin causar daños en las inmediaciones de Tel Aviv.
El hecho de que las milicias de Gaza puedan alcanzar el centro de Israel y su mayor ciudad se convertiría en el «punto de inflexión» que desencadenaría una operación mayor, advertían los periodistas Amos Harel y Avi Issacharof en el diario 'Haaretz'. El Ejército hebreo lo confirmaba a última hora de la tarde, y anunciaba que reanudaba los bombardeos y ponía en marcha la siguiente fase de la operación, lo que anticipó que la noche iba a ser larga y sangrienta en Gaza.