ESPAÑA

El Constitucional asevera que el matrimonio es «un derecho» de todos

La sentencia rechaza el recurso del PP porque, entre otras razones, las bodas gais «no desnaturalizan» la institución

MADRID. Actualizado: Guardar
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El matrimonio es «un derecho constitucional» de todos los ciudadanos con independencia de su sexualidad. A partir de esta premisa el Tribunal Constitucional (TC) construye la sentencia con la que rechaza el recurso presentado por el PP hace siete años contra la ley que autoriza las bodas entre personas del mismo sexo. «El reconocimiento del derecho al matrimonio a todas las personas, independientemente de su orientación sexual, implica la posibilidad para cada individuo de contraer matrimonio con personas de su mismo sexo o de diferente sexo», señala la sentencia hecha pública ayer por la corte. El hecho de que dos homosexuales se casen «no afecta al contenido esencial del derecho» porque «ni lo desnaturaliza ni lo convierte en otro derecho ni impide a las parejas heterosexuales casarse libremente o no casarse».

El tribunal sostiene en la sentencia de 57 páginas que el matrimonio gay supone «un paso en la garantía de la dignidad de la persona y el libre desarrollo de su personalidad». El TC también apunta que las bodas entre heterosexuales no constituyen el único vínculo «constitucionalmente legítimo» con lo que las de personas del mismo sexto tienen la misma consideración. La corte defiende asimismo la lectura «evolutiva» de la Constitución para adecuarla a los tiempos y recuerda que hay abundante jurisprudencia al respecto de tribunales europeos y españoles. A tenor de este planteamiento jurídico, «no cabe duda de la constitucionalidad del derecho de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio».

La sentencia tuvo tres votos particulares de los magistrados conservadores Andrés Ollero, Juan José González Rivas y Ramón Rodríguez Arribas en los que mostraron su disconformidad con la decisión y con la lectura «evolutiva» de la Constitución porque no respeta «la esencia» de su espíritu. Rodríguez Arribas pone el acento en que el matrimonio tiene como objetivo «la perpetuación de la especie humana», algo que, a su juicio, es «imposible de admitir» entre personas del mismo sexo. Ollero, a su vez, se muestra en desacuerdo con que el Tribunal Constitucional se convierta en «tercera cámara parlamentaria».