El Madrid recupera a Benzema y el buen fútbol
El ambicioso equipo de Mourinho vapulea al Athletic con un trepidante juego de ataque y la ‘manita’ se queda corta
MADRIDActualizado:Volvió Benzema y también volvió el buen fútbol al Bernabéu, donde el Real Madrid recuperó ante el mermado Athletic el juego que recordó al de muchos partidos de la pasada temporada ante su afición. No con la contundencia ofensiva de tantas otras noches, ya que la goleada se quedó incluso corta, el Madrid sí ofreció en esta ocasión un fútbol de altura, en el que Benzema estuvo enorme, presente en casi todas las acciones de ataque, y fue el estilete de una maquinaria demoledora e insaciable, sacrificada colectivamente y trepidante de medio campo hacia adelante. Los focos estaban puestos en Cristiano y en la respuesta que podría dar por su malestar al no ser defendido por el club tras el codazo de David Navarro, y aunque el ambicioso crack portugués, moviéndose por todo el frente de ataque, no dejó de intentarlo -siempre se estrelló con Iraizoz-, la mayor gloria fue para Benzema.
En su mejor partido con la camiseta blanca, el delantero francés marcó un gol espectacular, propició que se abriese el camino del triunfo con el tanto en propia puerta de Aurtenetxe y dio otro gol hecho a Özil al inicio de una segunda parte en la que los blancos, para escapar de su mala costumbre, no se dedicaron a sestear, sino a disfrutar e intentar vapulear a su rival con continuas acometidas en las que solo faltó más puntería. Con mayor acierto, el Madrid habría endosado una goleada aún más escandalosa a un Athletic que acusó en exceso el primer tanto y después fue incapaz de frenar a un equipo desbocado y muy brillante en numerosas facetas individuales. Con la mente solo en la portería visitante, no en el partido europeo contra el Manchester City de la próxima semana, aunque en el once faltasen algunos titulares esperados como Di María o Khedira. Mourinho prefirió a Modric como acompañante de Xabi Alonso, y el croata tan apagado en partidos anteriores también pudo divertirse, beneficiado por la debilidad en defensa del rival. De un Athletic desconcertado que salió atrevido y con buenas intenciones al Bernabéu pero muy pronto fue víctima de la eficacia del campeón y fue continuamente golpeado por un Madrid volcado en la velocidad, la verticalidad y el remate.
Con más clase que destrucción, Modric en vez de Khedira o el lesionado Essien, junto a Özil (el que menos destacó, aunque dio un pase de gol al incansable e impresionante Ramos y marcó otro) y Benzema, los blancos pasaron por encima de un Athletic que dicen que llegaba crecido al Bernabéu y, según Marcelo Bielsa, deseoso de dejar marcada su presencia en el coliseo blanco. Pues el que le marcó al Athletic fue la mejor versión de este gran Real Madrid con continuidad que ni siquiera dio opción a que los rojiblancos lo intentasen durante unos minutos con la dupla Aduriz-Llorente.
Domesticados por el ‘gato’
Cuando Bielsa se acordó de Llorente (aclamado por el Bernabéu), el Athletic ya tenía el partido perdido, porque aunque recordó distancias al final del primer tiempo, ese gol visitante había sido anecdótico, en una llegada aislada de unos ‘leones’ domesticados por un ‘gato’ llamado Benzema. Reapareció crecido el francés tras su lesión muscular y puso en pie al Bernabéu cuando dejó su sitio a Morata tras una exhibición de talento, movilidad y remate que volvió loca a la defensa del Athletic.
Solo llevaba un gol Benzema en esta Liga, marcado hace casi dos meses en Vallecas, y se reencontró con la portería en su mejor partido y en el más deslumbrante de su equipo en lo que se lleva de temporada. Su primer gol, a la media vuelta y con un zurdazo tremendo, fue una obra de arte que habría firmado su compatriota Zidane. En un duelo serio en ataque del campeón, pese a algunos despistes defensivos, como el que dio lugar al único gol que enfadó a Casillas, y sin freno en ataque, donde todos quisieron participar. Tras las goleadas del Manchester City y el Barça, el Madrid respondió a lo grande, como le exigen sus aficionados, y dio una fantástica imagen. Tras los partidos de selecciones y antes de la ‘Champions’ ni se acordó del cansancio. El Athletic, sin Ander Herrera, De Marcos ni Amorebieta, se lo puso fácil, pero con esta ambición y talante ofensivo, seguramente cualquier otro rival habría sido arrollado. Cayó una ‘manita’, pero si no llega a ser por Iraizoz...