Una de vampiros sin alma

Se han sentado separados -Taylor Lautner, el actor que interpreta al tercero en discordia de la saga 'Crepúsculo' ejercía de infranqueable muro entre ambos-, pero ni siquiera eso ha impedido que Kristen Stewart y Robert Pattinson cuchichearan en varias ocasiones a espaldas del hombre lobo. Pese a estos detalles, la pareja de moda, que se encuentra en Madrid presentando 'Amanecer - Parte 2', se ha mostrado tan fría ante los periodistas como los vampiros a los que da vida en la gran pantalla.

Con una rueda de prensa ante numerosos medios de comunicación, los protagonistas han dado por despedida la serie vampírica. Preguntados por la película y sus vidas personales, a Stewart y Pattinson les faltaban las palabras. En ocasiones, han tardado más de medio minuto en contestar y lo han hecho con frases secas y en un tono lento y aburrido. "Opino lo mismo que ellos", ha llegado a responder Pattinson a una de las preguntas.

Para los tres intérpretes han sido "cinco años intensísimos" de rodajes, trabajo y esfuerzo. Cabe recordar que, por ejemplo, Taylor Lautner solo tenía 15 años cuando se rodó 'Crepúsculo'. Ahora con veinte dice que le duele deshacerse del personaje que lo ha llevado a la fama, Jacob. A su lado, Stewart señala que a la vez "han sido años muy íntimos, los hemos vivido con mucha pasión y el grupo de trabajo que hemos formado es fantástico".

Como el roce hace el cariño, la historia de amor entre Bella y Edward traspasó las pantallas. Pese a los escarceos amorosos de la actriz -una infidelidad salió a la luz recientemente-, parece que la relación vuelve a tener pulso. Pattinson, sin embargo, ha asegurado, entre risas, que "elegiría a la Bella de la película antes que a la Bella de la vida real, porque es más fantástica y está más al mando de la situación".

Sus escenas favoritas

El trío ha aprovechado para recordar sus escenas favoritas de la saga. "Algunas escenas han sido complicadas, pero recuerdo en ‘Amanecer - Parte 1’ cuando tuve que llevar a Bella en brazos y sin camiseta. En principio lo haría una maquina, pero ésta se estropeó y lo tuve que hacer yo, tardamos 12 horas en grabar esa escena, imagínense mis brazos", ha relatado Lautner.

Pattinson, en cambio, ha rememorado la secuencia en la que tuvo que poner cara de vampiro: "Era un plano corto, me dijeron pon cara de vampiro y da mucho miedo. Lo intenté durante tres horas, hasta que lo conseguí". Claro, estaban aprendiendo. Por su parte, Stewart ha optado por el primer beso, el alumbramiento, la 'esperada' boda y los ingeniosos diálogos con Billy Burke, el actor que interpreta a Charlie Swan, su padre en la ficción.

Más enérgico y entusiasmado se ha mostrado el director de la película, Bill Condon. "Queríamos un final inesperado, un final que nadie se imaginase y creo que lo hemos conseguido. La batalla final es sorprendente, nos ha llevado 18 meses, en total está última película ha necesitado más de 2.000 secuencias, pero hemos conseguido lo que buscábamos”, ha sentenciado.