El 88% de la empresa familiar pide un pacto contra la crisis
Una elevada mayoría cree que España debiera obtener más tiempo de los socios europeos para reducir el déficit público
BARCELONA.Actualizado:La empresa familiar reclama del Gobierno una reactivación de la inversión, porque considera que de lo contrario le resultará imposible volver a crear empleo. En la clausura del XV Congreso de esta asociación, ahora presidida por José Manuel Entrecanales, dirigente de Acciona, se dieron a conocer los significativos resultados de una encuesta realizada entre los socios. El 88% de los consultados pide un pacto político contra la crisis, porque todos ellos son conscientes de la precariedad de la situación económica. En una escala de 0 a 9, su evaluación ha caído en el último año desde 2,7 a 2,3 puntos, y la valoración política, aunque experimenta una leve mejora, aún mantiene una exigua nota de 1,69 puntos.
Los dirigentes de la empresa familiar opinan, de forma mayoritaria -un 78%- que España debiera obtener mayor plazo de tiempo de tiempo para reducir el déficit hasta los niveles comprometidos. Y aunque la mayoría de los empresarios consultados sigue viendo el futuro con pesimismo, la evaluación que realizan de su propio negocio es menos negativa: un 44% cree que el próximo año podrá aumentar su facturación y más de la mitad de los consultados se declara convencido de que podrá mantener la actual plantilla. Sumado el 23% que piensa incrementarla, compensa con creces la proporción del 25% que cuenta con tener que reducirla.
Reforma laboral
La encuesta permite conocer la valoración que hacen de los dirigentes de la empresa familiar de las políticas estrella puestas en práctica por el Gobierno. En una escala de 0 a 9, la eficacia del plan de proveedores se queda corta, al obtener una puntuación de 4,15. La reforma laboral conquista un aprobado relativamente holgado, de 5,37 puntos. Y la principal censura se vuelca en los problemas del crédito que afectan a todo el sector empresarial. Las condiciones de financiación bancaria han empeorado en 2012 en relación a las ya difíciles de 2011 para el 56% de los consultados.
La incidencia de la reestructuración bancaria y de los problemas de liquidez ha sido tan elevada que la falta de financiación adecuada ya constituye, para siete de cada diez consultados, el mayor obstáculo a la creación de empresas en España. Desplaza, aunque por poco, a las barreras regulatorias (legislación de quiebras, trámites para la constitución), que siempre habían representado la máxima dificultad para a mayoría, y que ahora queda relegada al segundo puesto, con el 61% de respuestas. La elevada morosidad de la administración y de otras empresas se sitúa en el tercer puesto.