La Liga Árabe reconoce a la nueva coalición siria
Le pide que atienda a todas las sensibilidades de la sociedad "sin excepción ni discriminación"
EL CAIROActualizado:Los países miembros de la Liga Árabe han reconocido a la recién creada Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria (CNFROS) como representante legítimo de los opositores e interlocutor con este organismo.
Reunidos en una sesión extraordinaria en El Cairo, los ministros árabes de Exteriores han llamado al resto de corrientes de la oposición siria a unirse a la nueva alianza, que está dominada por el Consejo Nacional Sirio (CNS). De igual forma, han pedido a la CNFROS -formada ayer en Doha y que está presidida por el clérigo moderado Ahmed Muaz al Jatib- que atienda a todas las sensibilidades de la sociedad siria "sin excepción ni discriminación", según un comunicado difundido al final de la reunión. Los países árabes han instado también a otras organizaciones regionales e internacionales a que reconozcan a la CNFROS como representante legítimo de la oposición.
Por último, los jefes de la diplomacia árabe han pedido a la Liga Árabe que provea con apoyo político y material a la causa de la oposición siria al régimen de Bachar El-Asad, y han agradecido a Catar haber servido como anfitrión de la reunión la semana pasada de los opositores.
La nueva coalición seguirá dominada por el CNS y aspira a acabar con la división de la oposición, pese a que no ha conseguido aglutinarla. Según su acta fundacional, la CNFROS se compromete a "no negociar ni conversar con el régimen" de El-Asad hasta su caída. Asimismo, contempla la formación de un Gobierno de transición después de obtener el reconocimiento internacional.
El Gobierno de EE UU ha expreado su apoyo a la nueva alianza opositora, después de haber acusado al CNS de haber perdido su legitimidad. Además del jeque Jatib, la dirección de esta nueva coalición cuenta dos vicepresidentes, Riad Seif, un exdiputado, y la militante Suhair Atassi que jugó un papel importante en la coordinación de la revuelta en el interior del país.
En el terreno, las tropas del régimen mantenían la presión sobre la mayoría de los bastiones rebeldes, intensificando los ataques aéreos en sectores del noreste del país fronterizos con Turquía, en tanto violentos combates las oponían a los rebeldes en otras regiones del país.
Queda por conocer la reacción de los aliados del régimen sirio, Rusia, China e Irán, que rechazan toda injerencia en Siria y favorece una solución política. Por el momento, el Gobierno ruso ha declarado que la coalición debe contribuir a buscar una solución "pacífica" al conflicto en Siria a través del "diálogo" y "sin interferencias externas".
En su primera declaración después de su elección, el jeque Jatib estimó que "ahora corresponde a la comunidad internacional cumplir con sus compromisos" y ayudar a los sirios víctimas " de una exterminación sistemática". El nuevo jefe del Consejo Nacional Sirio (CNS), principal componente de la nueva coalición, afirmó: "No sólo necesitamos dinero y pan, también necesitamos armas para defendernos".
Siguen los combates
En el país, la violencia no remitía y el noroeste del país, donde los ataques aéreos de una violencia inaudita se multiplicaron, estaba una vez más bajo el fuego de los caza-bombarderos del régimen. La aviación lanzó barriles con explosivos en los alrededores de Mareta Al Numen, donde la rebelión y el ejército se disputan este cruce de caminos que llevan a Alepo desde Damasco y hacia Lataquia, en la costa, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos.
Por otra parte, un avión de combate sirio bombardeó la localidad de Ras Al In, fronteriza con Turquía, donde desde el miércoles en la noche se enfrentan rebeldes y fuerzas leales al gobierno de Damasco, informó un fotógrafo de la AFP. El aparato lanzó una potente bomba a menos de 150 metros de la frontera turca, provocando pánico entre los habitantes, algunos de los cuales huyeron hacia Turquía para protegerse.
Al menos cuatro sirios murieron y varios otros resultaron heridos, que fueron trasladados a Lancinar, la ciudad turca vecina, donde los cristales de numerosas casas resultaron destrozados por la onda explosiva. Las autoridades turcas locales pidieron a la población que se aleje de la zona fronteriza y cerraron las escuelas como medida de precaución, mientras el ejército desplegó refuerzos en la zona.
En el Golán, al suroeste, donde por primera vez desde 1973, Israel, que ocupa y mantiene bajo anexión una parte de la meseta, hizo disparos de advertencia, proseguían este lunes los combates entre rebeldes y soldados, según el OSDH. El conflicto en Siria, que comenzó el 15 de marzo por la represión del régimen de un movimiento de protesta popular y que se hizo armado con el correr del tiempo, ha dejado hasta ahora al menos 37.000 muertos, según el OSDH.