ESPAÑA

«España es ahora uno más dentro de la Comunidad Iberoamericana»

El responsable de las relaciones con los países suramericanos defiende el papel de las cumbres, pero reclama un formato más eficaz Jesús Gracia Secretario de Estado para Iberoamérica

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La Secretaría de Estado de Cooperación Iberoamérica es la pieza básica del Gobierno para que la cumbre de Cádiz sea un éxito. Su titular, Jesús Gracia, fue embajador en Cuba entre 2001 y 2004, y ocupó destinos diplomáticos en Argentina y Costa Rica. Esa trayectoria le ha permitido ser testigo de la transformación de la región.

-¿Qué supuso en 1991 el nacimiento de la comunidad iberoamericana?

-Fue trascendental porque desde 1812 no se habían reunido los españoles de la Península y los de América en un encuentro político de esas características. Tuvieron que pasar casi 200 años hasta que en la ciudad mexicana de Guadalajara se volviera a unir la comunidad iberoamericana en una plasmación política.

-¿Qué logros se pueden presentar a lo largo de estos 21 años?

-Ha habido una personificación de la comunidad iberoamericana a través de las cumbres a las que asisten los jefes de Estado y de Gobierno, lo que se traduce en una concertación política muy estrecha. También se ha producido una colaboración económica muy importante que se plasma en algo impensable en 1991, y es que a día de hoy España es el segundo inversor en América Latina.

-Existe un consenso para que el formato de las cumbres tenga una profunda revisión. ¿Corre peligro el futuro de la comunidad iberoamericana?

-Este año hemos llamado a la Cumbre de Cádiz 'Una relación renovada' y eso responde a que las realidades de América Latina y de la Península Ibérica han cambiado. Lo importante es que en las 21 ediciones anteriores se ha consolidado esta comunidad y ahora toca ver la forma en que se va a seguir adelante para ser más eficaces. Después de Cádiz se creará un grupo de reflexión para buscar de aquí a la próxima reunión de Panamá la fórmula para organizarnos mejor, pero partiendo siempre de la base del activo importantísimo que son las cumbres iberoamericanas.

-¿Cuál debe ser el papel de España a partir de ahora?

-En los últimos años nos hemos liberado de un peso, es decir, aunque seguimos siendo un país importante ahora somos uno más de la comunidad iberoamericana. Formamos un grupo muy homogéneo, en el que hay naciones que crecen mucho y con cuatro países en el G-20.

-¿Cómo afronta el Gobierno la próxima cita de Cádiz?

-Con optimismo e interés. Es un momento en el que Europa atraviesa una grave recesión y América Latina vive una etapa de crecimiento y oportunidades, pero todos estamos interrelacionados. La crisis será un tema principal y se debatirán las fórmulas para poner en marcha políticas de crecimiento.

-¿La ausencia de la presidenta argentina supone un golpe para España? ¿Tiene que ver con el enrarecimiento de las relaciones tras la nacionalización de YPF?

-En absoluto. Argentina nos ha asegurado que su ausencia no obedece a un malestar con España o una difícil relación bilateral.

-En referencia a la nacionalización de YPF, ¿será la seguridad jurídica de las empresas un tema a tratar en esta reunión?

-Este es un tema que ha sido tratado en las reuniones ministeriales. Cuando hablas de inversión el marco jurídico estable resulta fundamental. Cualquier país que quiera asegurar su crecimiento por la colaboración internacional tiene que dotarse de una legislación estable, una premisa en la que todos coincidimos.

-Don Juan Carlos es el único jefe de Estado que ha estado presente en todas las cumbres. ¿Qué papel juega el Rey en la Comunidad Ibeoramericana?

-Un papel simbólico y aglutinador. La propia personalidad del Rey hace que sea una persona querida en toda América Latina. Es además un convencido de la dimensión americana de España y la dimensión iberoamericana de su mandato. A ello se suma su relación de amistad y respeto con todos los mandatarios del continente, presentes y pasados.