Morata mantiene vivo al Madrid
Un cabezazo del canterano rescató a los de Mourinho en un campo maldito y encharcado. Cristiano abrió el partido pero tuvo que retirarse en el descanso mareado y con puntos en la ceja por un golpe de David Navarro
MADRID Actualizado: GuardarCuando Mourinho recurrió a Morata, ya veía al Barça a diez puntos y la Liga perdida en un campo maldito y anegado por una lluvia torrencial. Pero el canterano salvó al Madrid de un empate trágico al cabecear un golpe franco lanzado por maestría con Xabi Alonso, quien minutos antes había fallado un penalti pero jamás se vino abajo. Con justicia pero de forma agónica y con Cristiano en los vestuarios desde el descanso por culpa de un codazo que le dejó conmocionado, el Madrid se impuso al Levante en un feudo maldito y sigue agarrado a la Liga. La cantera salvó a ‘Mou’ y le sacó de un buen lío en el Ciutat de Valencia.
Noche de perros en Valencia. Lluvia torrencial y césped tan encharcado que el balón no corría y los jugadores sufrían ‘piscinazos’ involuntarios. El calendario no da tregua, pero quizá no deben disputarse partidos en estas condiciones que recuerdan al fútbol de antaño, con la diferencia de que hoy es agua lo que antes era barro y el balón moderno mantiene su peso. No es fútbol, es una cuestión de patada a seguir y de luchar a muerte por cada centímetro ganado y balón dividido.
Aunque el Levante es peor técnicamente, lo que a priori le beneficiaba jugar en condiciones extremas, ocurre que los soldados de Mourinho son más jóvenes, rápidos y fuertes que los de Juan Ignacio Martínez, aleccionados para llevar cada jugada al límite y protestarlo todo. Un método que ya le ofreció réditos en las tres visitas anteriores de los blancos, dos en Liga y una en Copa, pero que cabe reprochar por mucha lucha que sea de David contra Goliat. Cada falta y cada interrupción se veía acompañada de jugadores granotas rodeando a un Muñiz Fernández permisivo.
La imagen del duelo se produjo enseguida. En cuanto se vio a Cristiano sangrando a chorros por la zona del ojo izquierdo, se entendió que algo había ocurrido. En un balón alto, el portugués no saltó, entró de frente y se llevó un golpetazo en la ceja que solo David Navarro sabe si fue voluntario. Puntos bajo el diluvio para el astro. Toda la semana cuidándose con cremas, rayos uva, gominas y demás, y de pronto el rostro de una estrella queda desfigurado. Gajes del oficio y de un rival duro.
Navarro recibió poco después su castigo. Quizá aprendió que hay que mirar más al balón y no saltar al bulto cuando despejó tan mal un centro sobre el área que le regaló el gol a Cristiano. El portugués definió como un ‘crack’, con una mezcla genial de templanza y contundencia. Controló con el muslo y fusiló a Munúa.
Albiol por Cristiano
Mourinho hizo un cambio elocuente en el descanso, ya que prescindió de Cristiano, dejó a Callejón de último delantero e e introdujo a Albiol para reforzar no la zaga, sino el centro del campo. Una sustitución impensable en un equipo grande pero justificada por las circunstancias. Ronaldo, con la cara hinchada, la ceja suturada y algo conmocionado en el vestuario, no era apto para una batalla área. Bastante había hecho con anotar su decimosexto gol en doce partidos. Y concluyó el técnico que con Pepe, Ramos y Albiol y Essien por delante, su retaguardia era capaz de repeler cualquier ataque. Además, Xabi Alonso se había adaptado como nadie el campo. Le recordó quizá a esos partidos en la playa donostiarra de La Concha cuando baja la marea. Jamás se complicó y golpeó con tino a la primera. Ynunca hacia atrás, ni hacia el medio.
Ocurrió que la lluvia cesó y el césped mejoró ligeramente, sobre todo en el lado del campo donde defendía el Levante. Se reanudó el choque con dos grandes disparos desde fuera del área de Juanlu y Barkero que sacaron lo mejor de Iker Casillas. A partir de ahí, el Madrid dispuso de varias acciones pintiparadas para sentenciar. Pero Pepe cabeceó al travesaño, que repelió también una acción de carambola. Sí acertó el Levante en una acción polémica, ya que Ángel arrancó al límite del fuera de juego antes de ganar a Pepe en el forcejeo y elevar sobre Iker. ‘Mou’ modificó de nuevo su estrategia. Se olvidó del ‘trivote’ y regresó al 4-2-3-1, con Kaká en el campo y Albiol en el lateral.
El Madrid apelaba a la épica, su gran virtud clásica. Nada más entrar, el brasileño dio un gran pase a Callejón que terminó en penalti por derribo por centímetros dentro o fuera del área. Muy difícil de ver. lo señaló el asistente. Munúa le adivinó la intención a Xabi Alonso. El Levante se venía arriba y Juanlu, tras un error de Albiol de pésimo lateral, dispuso de la gran ocasión. Ya a la desesperada, ‘Mou’ tiró de cantera. Y Morata se lo agradeció. Lo celebró casi como un título.