La prolífica cigüeña del Barça

Ni que se tratara de un virus. Nunca el club blaugrana había conocido una explosión demográfica de tal calibre. Ni en los tiempos en que el presidente Josep Lluís Nuñez echó un capote al técnico Van Gaal, cuando, acusado de contratar a demasiados extranjeros, Núñez dijo aquello de que «serán extranjeros, pero tienen hijos catalanes».

En esta generación de ganadores, si bien es cierto que la edad media del equipo es baja, parece haberse extendido como una epidemia el deseo de ser papás. El último en contraer esa fiebre ha sido Cesc Fábregas, que en el mes de mayo se estrenará como padre cuando venga al mundo la hija que espera de su novia libanesa Daniella Semaan, madre de un niño y una niña, de 11 y 9 años, nacidos del matrimonio con su ya exmarido Elie Taktouk.

El dorsal 4 del equipo culé no ha permitido ningún tipo de rumores sobre el acontecimiento. Lo ha confirmado y listo, en contra de lo que sucedió con Shakira y Gerad Piqué, que no lo supimos con certeza hasta que empezó a lucir barriguita en sus conciertos. Será varón y el primer vástago de ambos. En esa época, entre enero y febrero de 2013, también tendrán retoños David Villa, que ya es padre de dos niñas, y Pedro Rodríguez, que estrenará paternidad cuando dé a luz su novia, Carolina.

Pero antes, tal vez la próxima semana, el portero Víctor Valdés y su novia, la colombiana Yolanda Cardona, darán un hermanito a Dylan, de tres años. El otro portero del Barcelona, José Manuel Pinto y su pareja, Elena Gross, tuvieron a su primogénito, Nathan, en julio.

Aunque uno de los más esperados, sin duda, fue el nacimiento de Thiago, el vástago del Leo Messi y su compañera, Antonella Roccuzzo, que tanto dio que hablar desde que el crack argentino hiciera un guiño en el campo a la afición y comunicara que iba a ser padre cuando esbozó una gran barriga al esconderse el balón bajo la camiseta, aunque ya hacía tiempo que se especulaba con esa posibilidad. Al pequeño Thiago le hicieron un regalo muy especial desde el otro lado del charco, para orgullo de su padre. El equipo Newell's Old Boys de Rosario, donde Messi dio sus primeras patadas y metió sus primeros goles en las categorías infantiles, le nombró socio con el número 288.152.

Pero la guardería del club que debería montar el presidente, Sandro Rosell, padre de dos chicas, con el beneplácito del entrenador Tito Vilanova, que también sabe lo que es criar a hijos, contaría con más chiquillos. Por ejemplo, con Valeria, la niña de Andrés Iniesta, de 18 meses, testigo de excepción de la boda de sus padres, Andrés y Anna Ortiz, el pasado julio, y la niña a punto de nacer de Ricard Pruna, doctor del equipo, que ya tiene otra hija. Entre los más veteranos, solo Xavi Hernández y Puyol no han cambiado aún pañales.