Romney reza, pide diálogo e invoca a los padres fundadores
Actualizado:Rezar por el vencedor, apoyarse en la familia y predicar el diálogo entre demócratas y republicanos después de la batalla. Esa fue la receta de Mitt Romney el 'día después' de las elecciones. Al principal contribuyente privado de su campaña, el magnate de Las Vegas Sheldon Adelson, impulsor del macroproyecto de juego en Madrid, le preguntaron ayer si consideraba bien empleado el dinero que entregó al derrotado, y respondió que siempre paga sus impuestos y sus cuentas.
Romney, 65 años, se metió en la lucha por la Casa Blanca como un político pragmático y sale de ella como un 'malabarista' ideológico, como un exgobernador que ha dado tumbos programáticos, siendo capaz de exhibir una cara moderada en unos asuntos y otra extremista de derecha frente, por ejemplo, al presupuesto público. «Dudo que Romney tenga vida política después de ayer; ha perdido una primarias presidenciales (las que ganó John McCain) y unas elecciones», resumió una analista.
El candidato republicano pidió que Estados Unidos sea fiel a los principios de los padres fundadores. «Ann (su esposa) y yo nos uniremos fervientemente para rezar por él (Obama) y por esta gran nación», se despidió, dando por cerrada su campaña, «un impresionante viaje para mí mismo y mi familia».