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Economia

Bruselas comprende el desfase del déficit español y no pide más ajustes

La Comisión constata el incumplimiento en las metas de gasto, pero apuesta por fijarse más en los recortes aplicados

IÑAKI CASTRO
BRUSELAS.Actualizado:

La Comisión Europea ofreció ayer un pequeño respiro a España en su exigente carrera para reducir el déficit. El Ejecutivo comunitario eludió pedir más ajustes al Gobierno pese a constatar que incumplirá las metas de gasto tanto este año como el próximo. Bruselas todavía estudia el impacto de los últimos recortes de Rajoy y puede apretar en cualquier momento, pero fijó más su mirada en 2014, ejercicio en el que el desfase presupuestario debe situarse por debajo del sacrosanto 3%. La comprensión europea vino de la mano de unos augurios muy negros que vaticinan una recesión más profunda en 2013 con una tasa de paro del 26,6%.

La comparecencia del comisario de Economía, el finlandés Olli Rehn, se esperaba nuevamente con altas dosis de suspense. Nadie descartaba que Europa reclamara más ajustes para no desviarse de los techos de gasto marcados. El responsable escandinavo, al que en otras ocasiones no le ha temblado el pulso, prefirió contemporizar y evitó presionar a Rajoy con nuevas exigencias.

Rehn, que no se extendió demasiado con la situación española, recordó que los objetivos «nominales» de déficit son importantes, pero existen otras variables de mayor peso. Precisó que deben calibrar el esfuerzo del Gobierno por sanear las finanzas públicas teniendo en cuenta los destrozos provocados por la recesión. Las estimaciones de Bruselas indican que se cerrará el año con un desfase presupuestario del 8% frente al 6,3% pactado. Pese a la evidente desviación, la Comisión reconoce que un punto se debe a las ayudas concedidas para recapitalizar la banca. En 2013, el límite también se incumplirá al situarse en el 6% en comparación con el 4,5% prometido al resto de socios.

Si no se toman nuevas medidas, la trayectoria descendente se quebrará en 2014, año en el que el déficit podría rebotar hasta el 6,4%. Rehn se mostró mucho más inquieto ante este supuesto y apuntó que la cifra se situaría «muy por encima» de la meta del 2,8%. Por ello, anunció que ya le había trasladado sus dudas al ministro de Economía, Luis de Guindos. El responsable escandinavo le pidió que se «concreten» cuanto antes los ajustes para 2014. La preocupación comunitaria se debe a que algunas decisiones son de carácter temporal y expirarán al final de 2013.

Rehn no aclaró cuándo se pronunciará más en detalle sobre el paquete de recortes español, aunque precisó que podrán tomar una decisión en febrero, momento en el que tendrán más información sobre los presupuestos nacionales. Para entonces, Bruselas deberá decantarse por una extensión de los plazos o la exigencia de más recortes. En el caso de España, la situación podría quedar completamente trastocada si pide el rescate, una hipotésis que Rehn eludió analizar.

El comisario de Economía optó por contener el flujo de malas noticias en una jornada cargada de datos negativos. Las previsiones de otoño de Bruselas confirmaron el empeoramiento de la recesión española, que se prolongará durante el año próximo con una caída del 1,4%. La cifra se sitúa en línea con las estimaciones de otras instituciones internacionales y triplica el pronóstico del Gobierno (-0,5%). El Ejecutivo comunitario confía en que la tendencia empiece a invertirse en la segunda mitad de 2013 antes de que la recuperación se consolide en 2014.

Exportaciones «robustas»

La destrucción de empleo evolucionará en paralelo a la caída PIB y se espera que toque techo el año próximo. Según los pronósticos europeos, la tasa de paro alcanzará el 26,6%, un porcentaje que podría traducirse en la friolera de seis millones de desempleados. En 2014, la sangría se moderaría ligeramente hasta situarse en el 26,1%. En una lectura más en profundidad del análisis de la Comisión, sus expertos sostienen que la reforma laboral todavía necesita tiempo para que «los primeros signos positivos empiecen a manifestarse». Bruselas lamenta que las empresas opten por recortar plantilla en lugar de ajustar las horas trabajadas.