tenis | copa de maestros

Federer frena a Ferrer

El suizo, sin brillo pero efectivo, superó al español por 6-4 y 7-6(5) en la Copa de Maestros

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Al final, muchas veces parece que el tenis es un deporte en el que juega uno contra otro y que, sobre pista cubierta y cemento, siempre gana Roger Federer. Da igual que falle más de la cuenta con su revés, que conceda diez bolas de rotura a su rival o que no saque a relucir su estético y perfecto tenis sobre pista rápida. En la mayoría de ocasiones parece que no hace ni falta. Y eso que enfrente tenía a un David Ferrer enchufado, un alicantino que está en el mejor momento de su carrera, que venía de ganar a Del Potro y que jugó bien. Pero Federer es mucho Federer. Demasiado para el mejor Ferrer, que ha caído ya catorce veces ante el suizo. Al final, el helvético se impuso por 6-4 y 7-6 (5) y se clasificó para las semifinales de la Copa de Maestros.

Aupado por la confianza que le dio la importante victoria ante Del Potro, los tres primeros puntos del encuentro sirvieron para despertar a Federer y demostrar de lo que podía ser capaz el número cinco del mundo. Ferrer tenía un 0-40 a su favor, una ventaja que desperdició y que pagó mentalmente cediendo su servicio inmediatamente después. Y no solo eso. En el tercer juego del partido, Mohamed Lahyani, el juez de silla del duelo, con pelota de 'break' para el español, cantó fuera una bola que había entrado de Ferrer y que le daba la iniciativa del punto. Se puede pensar que Ferrer lo tenía todo de cara para ganar el punto y ponerse 1-2. Quizá hubiese conseguido cerrar el juego y devolverle el 'break'. Pero lo único cierto es que Federer cerró su servicio y en el descanso, el alicantino se sinceró con Lahyani. «`Hay que tener una cara muy dura para hacer eso!», exclamó 'Ferru'.

Lo lógico es que se hubiese venido abajo y que se hubiese tirado varios juegos dándole vueltas a esa bola. El Ferrer de otra época lo habría hecho. Pero no esta versión del de Jávea, la mejor de toda su carrera. Siguió luchando, le devolvió la rotura de servicio y se metió en la manga. Le puso contra las cuerdas al mejor jugador de la historia hasta que aparecieron cuatro destellos de calidad del suizo para ganar el juego decisivo del set al resto. Así, con solvencia al resto, con chispazos de calidad, cerró la primera manga.

El problema no eran las piernas, el ritmo o el servicio, porque el nivel estaba siendo bastante bueno; el principal inconveniente estaba al otro lado de la red. Porque Federer, sin dar su mejor versión, se había hecho con el acto inicial y estaba ganando al 'tran tran' su servicio en el segundo. La buena noticia para el campeón en París-Bercy era que él tampoco pasaba excesivos apuros con sus servicios. Así, sin un tenis brillante pero sí efectivo, se llegó a la muerte súbita. Y ahí, en el momento clave, Federer rindió por encima del español, cerró el partido y selló su pase a semifinales.